lunes, 15 de diciembre de 2014

Mi vecino el de la Secreta

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Lunes 15 de Diciembre de 2014
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Mi vecino el de la Secreta




TULIO RAMÍREZ




Lo vi salir sigilosamente de la casa de mi vecino, el reloj marcaba las 6:30 de la mañana. Era un tipo extraño. La solapa de la gabardina le cubría buena parte de la cara de la cual se dejaba ver una desordenada barba. Su cojera algo exagerada, lo hacía más sospechoso aún. Usaba pantalones zancones y medias de distintos colores que se le chorreaban por los tobillos por falta de liga o por ligas vencidas. Al día siguiente me lo tropecé casi de frente. Un gutural gruñido fue la respuesta a los buenos días que le deseé. Lo más raro era que en las tardes, cuando regresaba mi vecino de su trabajo, conversábamos en el estacionamiento y nunca me hacía referencia al sujeto que todas las mañanas salía de su casa presuroso y en son de huida. Una tarde me dejé de tonterías y decidí afrontar a mi vecino. Algo pasaba y tenía que saber qué era.

Lo esperé pacientemente. Finalmente llegó. No se había bajado del vehículo cuando le pregunté por el sujeto de marras. Viendo a ambos lados como detectando alguna cámara escondida, o a algún curioso que pudiera escuchar, me tomó del brazo y me llevó al cuarto donde se guardan los peretos de limpieza. Cerciorándose de que el conserje no estuviera por los alrededores, se colocó el dedo índice en los labios y me susurró algo así como que me revelaría un secreto, el cual no estaba autorizado por sus superiores a divulgar. Me sentí en una escena de Misión Imposible, solo faltaba el dam, dam, dam, dam daram dam, un poco más de kilos en mis bíceps y alguna cirugía reconstructiva en mi rostro para mejorar lo que hay. En ese ambiente de típico callejón oscuro hollywoodense, me confesó que ese individuo extraño que tanto me alarmaba, era él. Le pregunté asombrado el porqué de esa conducta y esta fue la explicación.

Había ingresado al recién creado Cuerpo Nacional contra la Corrupción. Con cara de orgullo me señaló que de acuerdo al Decreto de creación, la actuación de sus miembros es "clasificada como secreta y no podrá ser develada bajo ninguna circunstancia". Explicó que su labor era infiltrarse, descubrir a los corruptos y reportarlos a sus superiores. Un trabajo peligroso, pensé, por los enormes intereses de personas en el gobierno, que usarían todo el poder para aplastar al que les impidiera darse la gran vidurria que con tanto esfuerzo revolucionario lograron conseguir. Me aseguró que no tenía miedo, que estaba resteado y dispuesto a deslastrar a la revolución de ese cáncer. Me pareció muy loable y valiente su determinación. Finalmente le pregunté dónde estaba destacado desarrollando labores de inteligencia. Me comentó con una voz casi inaudible: "estoy en la autopista Francisco Fajardo a la altura de Altamira, disfrazado de vendedor de tostones, cocosette y cigarros detallados. Me llegó el pitazo de que van a vender los quemaítos de las Cadenas Presidenciales camuflados en estuches de Er Conde del Guácharo. Mi misión, impedir que algún corrupto se enriquezca con ese lucrativo negocio sin pagar nada al fisco". Ese es mi vecino, el de la Secreta.


martes, 2 de diciembre de 2014

La Barbie revolucionaria


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Lunes 01 de Diciembre de 2014
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La Barbie revolucionaria



TULIO RAMÍREZ



En Cuba fueron prácticos, como no había nada que comprar y menos ánimos para celebrar, optaron por eliminar las fiestas navideñas. Claro, siempre se tuvo como argumento irrebatible, so pena de cárcel al que adujera lo contrario, el recurso de la religión como opio del pueblo, la lucha contra la ideología mercantilista y toda la cháchara caletreada de los libros de Martha Harnecker y del Marx para principiantes de Rius. Se aparentaba una perfecta congruencia entre el discurso doctrinario y la medida de mandar al diablo a las fiestas decembrinas. Lo mismo se hizo con el Carnaval, la Semana Santa y todos los feriados que sugirieran pachangas y francachelas. El Comunismo cubano no se podía dar el lujo de conservar estos asuetos, ya que se abrían expectativas de consumismo en la población que no podían ser satisfechas por un gobierno que convirtió al país más pujante de América Latina en la década de los 50, en uno que vivía prácticamente de la caridad soviética.

En el caso de la revolución bonita la cosa ha sido diferente. Al igual que Cuba en el mercado no se consiguen ni alimentos básicos, pero el gobierno revolucionario y marxista no se ha atrevido todavía a eliminar los asuetos que aparecen en nuestro calendario como fiestas religiosas. Lo del opio del pueblo y toda esa jerigonza no se ha utilizado como argumento para hacer que los venezolanos le bajen dos al consumo de productos que no hay, y que si los hubiese, costarían un ojo de la cara con todo y lente de contacto. Por el contrario, el gobierno a contracorriente de sus inspiradores ideológicos, estimula el consumismo navideño, con medidas poco socialistas, o mejor dicho francamente capitalistas como el Dakazo en diciembre pasado y el Chinazo de hace pocos días.

Siguiendo esa misma política se anunció la importación de un contenedor lleno de Barbies que el gobierno asegura venderá a Bs 257 la unidad. O sea, más barata que un kilo de queso en Quinta Crespo. Imagino que este prototipo de belleza yanqui, le harán una reingeniería para adaptarla a los cánones estéticos de la revolución. Por ejemplo a la Barbie Ejecutiva la convertirán en Barbie Proletaria con su overol y martillo respectivo; a la Barbie Playera la convertirán en Barbie Sancochera con su ollita de aluminio y cucharon incluido; a la Barbie Doctora, la convertirán en Barbie Médico Integral con sus pastillitas envueltas en servilletas. A la Barbie Empresaria la convertirán en Barbie Mercal con su bolsita de pollo, harina y aceite. NI hablar del carrito, este será modelo chino y en vez de rosado, será rojo rojito. 

Por supuesto toda Barbie supone un Kent, pero el gobierno no ha anunciado su importación. Quizás no alcanzaron los recursos para este rubro. Pero para no dejar sin compañero a una revolucionaria tan coqueta, sugiero ofrecer un combo a bajo costo que incluya, además de la espigada catirita, al muñeco del galáctico, ya que es muy posible que una gran cantidad les haya quedado frío a los buhoneros. Esa será nuestra Barbie revolucionaria.

@tulioramirezc

lunes, 17 de noviembre de 2014

Etnografía de una Revolución

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Lunes 17 de Noviembre de 2014
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Etnografía de una revolución



TULIO RAMÍREZ



La etnografía es un método de investigación que consiste en observar las prácticas culturales de los grupos sociales. Esto lo dice Wikipedia, el recipiente de conocimientos exprés más consultado por nuestros estudiantes. La intención de esta consulta fue buscar un método adecuado para conocer el impacto que la revolución ha tenido sobre nuestra manera de ser. Todos coinciden en que hemos cambiado y ya no somos los mismos. A pesar de que seguimos comiendo arepas, encomendándonos a la Chinita, sacando la maleta al escuchar el cañonazo de año nuevo y removiendo el whisky con el dedo, pareciera que ha habido cambios importantes en nuestro patrón cultural. En virtud de esta hipótesis, decidimos realizar una aproximación etnográfica, lo cual supone observar con detenimiento, comportamientos, formas de ver la vida y rituales para compararlos con los que, hasta no hace mucho, caracterizaban al venezolano.

Adelanto los resultados de lo observado en mis visitas a instituciones gubernamentales. Para hacer el cuento corto, algunas de las conductas observadas, fueron: 1) La pérdida del glamour. Antes los funcionarios de una oficina pública se preocupaban por su presencia personal. No les temblaba la cartera para endeudarse con la señora que traía ropa de Miami. Había que lucir impecable ante los compañeros. Eso se acabó, ahora usted va a un ministerio y pareciera que estuviese en el Parque del Este, los encontrará con jeans, monos deportivos y hasta chancletas de baño. 2) Desprecio por el conocimiento. Se parte de la premisa de que mientras más estudios se tengan, más "burgués" se es. Se impuso la falsa idea de que un supuesto saber popular, y no la ciencia, sería suficiente para resolver los problemas que aquejan al país. Esto ha llevado a marginar a los más preparados. 3) Intolerancia ante el diferente. El discurso discriminatorio de la revolución nos ha mantenido enfrentados. Se acabó la cordialidad con el otro. Ni el pésame damos si el difunto de la oficina de enfrente, militó en la otra tolda política. 5) La ranchificación como paradigma arquitectónico. Esto ha significado una guerra contra el buen gusto. Los edificios públicos parecen cotos invadidos por fuerzas extranjeras después de una cruenta guerra. Todo está en el suelo y nadie se preocupa por su mantenimiento y estética.

Podríamos seguir con el inventario de conductas que hasta no hace nada, resultaban extrañas en nuestras instituciones públicas. Pero estos cambios no son exclusivos del ambiente gubernamental. La revolución ha trastocado el alma del venezolano, deshilachando un tejido social que era impermeable al resentimiento, a la intolerancia política, al mal gusto y al conformismo. Hasta dejamos de ser jodedores impenitentes para convertirnos en pájaros de mal agüero sobre el futuro del país. "Si esto se profundiza, nos fregamos", es lo que dicen los pesimistas, "aun saliendo de esto, seguiremos fregados", es lo que dicen los optimistas. Esa es la etnografía de la revolución.

@tulioramirezc

lunes, 3 de noviembre de 2014

!Adiós al raspadero!

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Lunes 03 de Noviembre de 2014
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¡Adiós al raspadero!



TULIO RAMÍREZ



El venezolano siempre ha sido un echao pa ´lante. Así como mis viejos se fajaron como obreros y levantaron una familia, otros de esa generación lograban el sustento realizando tareas "informales" que hoy día serían catalogadas por los expertos en business como emprendedurías. Cocer para la calle, cuidar niños, vender almuerzos, lavar y planchar ropa ajena, peluquear a domicilio, fueron algunas de estas actividades. Además de estas microempresas que garantizaban la papa diaria, había otros matatigres que se las ingeniaban para rebuscarse y completar el sueldo.
Siempre fue una salida vender Tupper Were, ollas Rena Ware o productos Avon por catálogo. Hoy, muchos de esos oficios desaparecieron, pero no debido al empuje de una economía moderna. En esa materia la revolución está raspada.  


Las cosas han cambiado "pero para peor", como diría Rosmery, una cartagenera que tuvo que eliminar su venta de comida por la matraca de la Guardia Nacional y la escasez de harina y aceite. A nuestro entender, lo que provoca que humildes compatriotas desistan de buscar los churupitos por estas vías, es lo difícil que se ha puesto conseguir los insumos para hacer chicha, empanadas, tortas, tequeños, dulces, forros para tanques de poceta o gallinas de cerámica para poner los huevos. Ya ni a los raspaderos se les ve porque el hielo en panela no se consigue y el costo del carrito y la máquina para granizarlo pasó de un trancazo, de 5.000 bolívares a 40.000 del águila, como dirían los mexicanos. Así las cosas, esta actividad que resolvió a tantos padres de familia, pasará a formar parte de los iconos de Caracas junto al amolador de cuchillos, el manisero, el caramelero del cine, el hombre-orquesta y el marchante "Turco", ese que vendía por cuotas lencería, pantaletas y medias de nylon en las oficinas ministeriales del centro.

Además de la poca capacidad de inversión y la escasez de materias primas para arrancar una modesta empresita, hay otra razón ligada al alma de la revolución. Ella es la falta de estímulo hacia el trabajo duro y constante. Acérquese a golpe de 10 de la mañana de cualquier día de semana a algún edificio de la Misión Vivienda y verá muchachos entre 15 y 25 años en shorts y enchancletados, conversando animadamente al lado de sus motos, cual si fuera un sábado o un domingo de agosto. También observará a los más mayorcitos jugando la partidita de dominó con la respectiva fría al lado. Con vivienda gratis y la Bequita de la Misión, para qué diablos alguien se va a fajar a chambear de sol a sol. Con esos Hombres Nuevos no nos queda otra que decir, parafraseando la famosa novela de Hemingway, "Adiós al raspadero".

@tulioramirezc

lunes, 20 de octubre de 2014

Todo con maña se puede

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Lunes 20 de Octubre de 2014
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Todo con maña se puede



TULIO RAMÍREZ



Nadie puede negar que uno de los logros del socialismo del siglo XXI sea el desarrollo de la creatividad de los venezolanos. No es un fenómeno inédito de esta Tierra de Gracia. Ha sido consustancial con las experiencias de países que incursionaron en un modelo político que, bajo la promesa de la construcción del paraíso en la tierra, instauraron gobiernos autoritarios que constriñeron las libertades de sus ciudadanos e hicieron de la escasez la característica fundamental de su día a día. Al igual que en esos países, hemos tenido que inventarnos una para poder sobrevivir. No es que éramos unos suizos acatando leyes e instrucciones, ni tampoco cristianos beatos para resignarnos ante los malos tiempos y esperar por los mejores. Como dirían en Carúpano, le sacábamos la guayaqueta (la chicha para los caraqueños) a todo lo que nos impidiera desarrollarnos como seres normales.

La sabiduría criolla ha buscado salidas a muchos de los inconvenientes que nos han hecho la vida de cuadritos. Cuantos no se hacen pasar por "compatriotas" para evitar ser botados del ministerio, o asisten a las marchas rojitas caminando las cuadras necesarias para ser vistos por el jefe, y después escaparse al menor descuido de éste. Son las viejas técnicas camaleónicas de sobrevivencia que se han perfeccionado en socialismo. Conocí a un analista de un instituto del gobierno que se ganó el remoquete de "El Enterrador", pero no por lo que usted está pensando, resulta que cada vez que había una convocatoria a una marcha rojita, metía un permiso por la "muerte de un familiar". Según los cálculos de sus compañeros de trabajo "enterró" no menos de 5 tíos, 3 suegros y 5 abuelos durante la última campaña presidencial. Casi un genocidio familiar.

Hoy día estas técnicas se han trasladado a lo económico. Me he enterado por ejemplo de que ante los altos precios de la TV por Cable, han ideado colocar en los techos una taza de carro con un gancho de ropa apuntando al satélite, parece que algo se ve. Más de uno, pensando en el precio que tendrá el pernil en diciembre, decidió usar la bañera del apartamento para criar marranos. Los ruidos de estos animalitos son apaciguados, colocando cartones de huevos en las paredes como aislantes. Por allí se escucha que se están desarrollando empresas familiares de pañales desechables, usando como materia prima la hoja de plátano con relleno de estopa como absorbente. Ni hablar de adaptar el motor de la lavadora en la moto que está varada por falta de repuestos o utilizar la nevera vieja como sarcófago ante la falta de urnas. "Todo con maña se puede", decía Bolívar cuando le tocaba una difícil y miren donde llegó.

lunes, 6 de octubre de 2014

Entrego mi chopo

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Lunes 06 de Octubre de 2014
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Entrego mi chopo


TULIO RAMÍREZ



Han dicho que la percepción de violencia bajó. Como se trata de estadísticas de percepción y no de asesinatos, habría que preguntarse cómo se obtuvo esa data. En un ejercicio de imaginación intentaré recrear cómo se hizo esa encuesta. Se aborda a transeúntes en las bocas del Metro y se les pregunta: "¿usted percibe que ha bajado la criminalidad?", a lo que el interrogado responde "bueno, así como percibir, lo que se llama percibir, no sé. La verdad yo plata pa’ periódico no tengo, y el que regala el gobierno nada dice, además la radio que escucho es la de la camionetica y eso es puro vallenato, salsa o cadena. Sí he escuchado de un muerto aquí y otro allá, pero no he percibido porque para percibir hay que ver y esteee..."; interrumpe el encuestador con un "gracias, amigo". Coloca en su encuesta "nada ha percibido" y listo, a sumar respuestas. Conclusión: "ha bajado la percepción de criminalidad". A lo mejor exagero, pero pienso que lo más fácil es llevar las estadísticas de las víctimas clasificadas por causa de muerte y hacerlo público, como se hacía antes.

Ahora el gobierno ha inventado una campaña de desarme. La idea es intercambiar voluntariamente armas por becas, medicamentos, intervenciones quirúrgicas o materiales de construcción. Imagínense que se instala un Punto Rojo, llega el malandro con un pistolón y una granada y dice: "bueno chamo, aquí tamos atendiendo el llamado, dame mi beca por la pistolota que voy a inscribirme en un curso pol parasistema, y por la granada, dame 20 sacos de cemento que voy a construi un cuarto pa mí y pa mi jeva, allá en el rancho de la vieja. Pero eso sí, mi pana, no la investigues porque con esa bicha me he llevado por delante como a cinco y no quiero pagá cana en Tocorón". De nuevo a lo mejor exagero, pero no veo a ningún malandro entregando armas involucradas en delitos o robadas a funcionarios que fueron acribillados. Y si es cierto lo dicho por el ministro sobre los ajustes de cuentas como causa principal de las muertes violentas, no veo por qué desarmarse cuando se es un blanco permanente de los colegas del barrio vecino. 


Pero la creatividad del venezolano es infinita. Ya veré a muchachos pobres con ganas de estudiar, a enfermos de cáncer, a matrimonios jóvenes sin vivienda, o a alguien que está esperando una cirugía que nunca llega, acudir a esos puntos rojos con chopos hechos en casa la noche anterior y tirar la parada para ver si así, por fin, consiguen la bequita, unos medicamentos, unas cabillas, un saco de cemento o la operación postergada. Por lo pronto me pondré a buscar la pistolita de balines que hace tiempo me regaló mi papá, para ver qué puedo conseguir por ella.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Mi Maestra Magda

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Lunes 22 de Septiembre de 2014
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Mi maestra Magda



TULIO RAMÍREZ



Comienzan las clases. Las aulas se llenan de un incierto futuro, no todos culminarán, es cierto, pero la mayoría comparte la alegría de reencontrarse. Yo también recuerdo mis primeros días de clases. En aquellos remotos tiempos era todo un acontecimiento. Primero el sustico de enterarse si a Norma, la que nos batuqueó el alma en 4to grado, la inscribieron para cursar el 5to. Luego la curiosidad por saber cuál maestra nos iba a tocar. Sabíamos que la cosa estaba entre la cariñosa Beatriz o la terrorífica Kika, quien hizo expulsar el año pasado a Méndez por encontrarlo husmeando en el baño de niñas. No había bultos nuevos, ni cuadernos empastados, ni zapatos nuevos, a lo sumo lo único nuevo eran los lápices y la caja de creyones, y debían durar hasta el final del curso. Lo demás era reciclado. Al pantalón kaki se le bajaba el ruedo, ya que era el mismo del año pasado, y la camisa se compraba dos tallas más para que durara por lo menos tres años. Nuestra escuela estaba situada en un barrio muy pobre, a mitad de uno de los cerros de Petare. Se cumplían los dos turnos, y el almuerzo se hacía en la casa, donde siempre había gente. A todos nos esperaba la abuela o la tía solterona para servirnos la comida. A esa hora transmitían por Radio Continente las novelas del momento, única distracción a falta de televisor. De esos tiempos recuerdo gratamente El Gavilán y aquella otra muy famosa llamada Martín Valiente. Escucharlas mientras almorzaba, me ejercitó la imaginación.

Todos éramos muy pobres, incluyendo a las maestras. No sé si eran graduadas o no, pero sí recuerdo que eran muy estrictas y exigentes. Nunca faltaban a clases y si faltaban siempre había un suplente severo que nos hacía añorar a la maestra titular. Los exámenes parciales y finales se hacían con jurado y valga Dios que hicieras pasar pena a la maestra. Había una suerte de sana competencia entre ellas. Con el tiempo supe que el reto consistía en que al año siguiente, la maestra del nuevo grado reconociera en público lo bien formados que llegaron sus nuevos alumnos. El que no demostraba conocimientos suficientes, sencillamente no aprobaba y por ello ningún docente era acusado ante las autoridades de violentar los derechos humanos del aplazado.

A pesar de tanta precariedad y de un entorno lleno de necesidades, nunca sentimos que nuestro destino era reproducir la pobreza vivida por nuestros padres, tal como hoy pretende la doctrina educativa de la revolución. Nuestras maestras nos estimulaban a dibujar nuestro destino. La maestra Magda de 6to grado, nos hizo prometerle que seguiríamos nuestros estudios. Al final del curso nos hizo entregarle un papelito con nuestro nombre y la profesión que queríamos ejercer al ser adultos. Nos dijo que lo guardaría en un cuaderno y en 12 años lo abriría para constatar si habíamos cumplido nuestra promesa. No sé si la maestra Magda los abrió finalmente, pero donde esté le notifico que cumplí, aunque a medias, ya que si bien no me hice médico, me hice sociólogo, y no me ha ido tan mal.

@tulioramirezc

lunes, 8 de septiembre de 2014

Pura Pajita

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Lunes 08 de Septiembre de 2014
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Pura pajita



TULIO RAMÍREZ



No voy a discutir con nadie la tesis de que este gobierno es pura pajita. Si hacemos un recuento somero tenemos que, desde la original propuesta de los gallineros verticales y la moneda local, la promesa (¡por este puñado de cruces!) de construir al término de la distancia fábricas de helicópteros, satélites, tractores, pañales, bicicletas, trompos, yakis y automóviles, el anuncio de la construcción del segundo puente sobre el lago de Maracaibo, hasta la oferta de los modernos hospitales como parte de la saga del hoy esmirriado Barrio Adentro, no nos quedaría más que asegurar que este gobierno es puro gamelote. Si no se convence, hagamos un ejercicio con papel y lápiz. Escribamos en dos columnas, las promesas hechas y las obras concluidas, al final la asimetría va a ser tan grande que tendríamos que engrapar otra hoja para continuar enumerando los incumplimientos.

Pero, aunque usted no lo crea, hay algo en lo que han sido muy buenos: en cambiar los nombres de las cosas. Claro, al no poder transformar la realidad con hechos, porque esta se comporta como un cuero seco, se han dedicado a transformarla a nivel semántico que es menos difícil y amerita menos capacidades. Y no me refiero a las promesas incumplidas ya que, si bien estas son verbalizaciones que auguraron cambios a futuro que nunca se dieron, tal embarque obedeció más a razones de incapacidad e ineptitud y no a malabarismos lingüísticos para hacer creer que se crean nuevas realidades. Este último recurso si bien entra en la categoría de "Pajita", es de un tenor diferente al primero.

Desde sus comienzos la "Revolución Bonita" llevó adelante esa práctica. Lo primero fue pretender que el país iba a ser más bolivariano porque se le cambió el nombre, por supuesto esa fue la primera gran torta. Después echaron mano de la palabra "Dignificados" para referirse a los damnificados por la tragedia de Vargas, eso no solucionó nada, pero dio esperanzas que hoy todavía no se concretan. Luego vino la expresión "Escuálidos" para referirse a los opositores y lo peor es que este sector la aceptó como suya. Se usó "Niños de la Patria" para referirse a los chamos de la calle, lo que enterneció a más de un comeflor. A la injerencia militar en asuntos civiles y su partidización la llamaron "Unión Cívico-Militar", sin pensar que al final los términos se invertirían y hoy tenemos la verde consecuencia. Ni hablar del fulano "Diálogo de Saberes" para minimizar la autoridad de la ciencia y aupar la mediocridad. Al calco del régimen cubano lo llamaron "Socialismo del Siglo XXI" y todavía queda algún ingenuo por allí jurando que este proceso es inédito. Ahora llaman "Guerra Económica" a la incapacidad del gobierno en esta materia, y hay algunos caídos de la mata que creen que la están ganando. Por si fuera poco a los repugnantes sapos de siempre los bautizaron como "Patriotas Cooperantes", y no falta quien pregunte dónde se inscribe para contribuir con "el proceso". Pura pajita, es cierto, pero siempre habrá alguien que la coma.

lunes, 25 de agosto de 2014

Nos ahogamos en el Mar de la Felicidad

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Lunes 25 de Agosto de 2014
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Nos ahogamos en el Mar de la Felicidad



TULIO RAMÍREZ



Nunca pensé que llegaríamos por cuenta propia a ese paradigma de la felicidad chavista como es el mar del socialismo cubano. Siempre confié en que, después de 40 años de progreso con sus altibajos, nos habíamos acostumbrado a cierta calidad de vida. Durante ese período satanizado por los cultores del socialismo criollo, buena parte de la población pudo disfrutar de algunos pequeños placeres como unas vacacioncitas en el exterior o en Margarita; de ropa de calidad comprada por cuotas a la señora que viajaba y vendía en la oficina; de darle al interruptor, abrir el chorro y contar con luz y agua al mismo tiempo; de escoger el desodorante; de comprar divisas cada vez que le diera la gana y de ir a Paraguaná a comprar el whisky para la Primera Comunión de la niña. Hasta los más pobres podían disfrutar de un equipo de sonido de la mejor calidad para animar al barrio desde el sábado a las 10 am cuando empezaba el dominó, hasta la medianoche del domingo cuando se acababa la última birra. No hacía falta ser un enchufado para darse esos pequeños lujos, que a fuerza de cotidianidad no parecían tales.

Viajé a Cuba en varias oportunidades a participar en eventos académicos. Durante esas visitas pude cultivar amistad con algunos colegas de la isla, esto permitió que conociera La Habana profunda, aquélla que no está a la vista del turista gozón. Estuve en esa Habana donde una familia completa comienza su día de trabajo y estudio con un desayuno compuesto por media lonja de pan, una rodaja de tomate y un vaso de agua porque no hay más nada; donde una pareja de esposos, médicos ambos, tienen acceso a dólares, porque ella cuando no tiene guardia acompaña a turistas los fines de semana a Varadero; una Habana donde después de la medianoche comienza el intercambio clandestino de los productos de la libreta, te doy el arroz por la leche o la leche por crema dental. Una Habana donde el ingeniero tiene que robarse la pintura de la obra para cambiarla por habanos, también robados de la fábrica, que luego venderá a turistas por los dólares que necesita para comprar unos zapatos en la tienda exclusiva para extranjeros. Ese es el oleaje que surfea el cubano en ese mar de la felicidad.

Hoy camino por las calles de Caracas y me da la sensación de estar en esa Habana profunda. Cuando observo las enormes colas para comprar alimentos que escasean, la gente en la calle con su bolsita por si consigue algo, tarantines de reparación de yesqueros desechables, barberos en una esquina afeitando al aire libre, calles sucias y edificios ranchificados, prostitución en zonas insospechadas, afiches dando vivas a logros inexistentes, empresas estatales que dan pérdidas, jóvenes soñando con irse del país, madres deseando un hijo deportista para salir de abajo, niñas en las puertas de los hoteles turísticos buscando el dólar fácil, comercios que cerraron sus puertas, miradas de desesperanza en las paradas del bus, me da la impresión de que, sin darnos cuenta, nos estamos ahogando en ese mismo mar de la felicidad. @tulioramirezc

lunes, 11 de agosto de 2014

Déjese ayudar, mi Presi (II)

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Lunes 11 de Agosto de 2014
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Déjese ayudar, mi Presi (II)



TULIO RAMÍREZ



Recordará, mi querido líder, que hace 15 días, por esta misma vía, le envié un Plan para reducir los 30 ministerios y nosecuántos Viceministerios que están bajo su sabio mando. Ni idea de si leyó la propuesta, pero si no lo ha hecho, está a tiempo. He revisado los sopotosientos periódicos que apoyan a la revolución y no he visto que haya comenzado la reestructuración. Le informo que camaradas allegados me han felicitado por proponer 8 ministerios, pero se han extrañado que no haya mantenido el Viceministerio de la Felicidad Suprema. Mi respuesta ha sido diáfana y clara como el proceso mesmo: tan importante tarea no se le debe confiar a cualquier funcionario, pues ellos no tienen la capacidad para comunicarse con el Comandante Eterno y recibir la retroalimentación que les indique si están haciendo o no feliz al pueblo venezolano. Eso solo usted lo puede hacer, por tanto usted es quien debe asumir esa responsabilidad. Pero no quiero ahondar en ese tema. Hoy nuestra contribución será en materia económica.

Confieso que no soy ducho en inversiones, mi sueldito de profesor universitario no me ha permitido desarrollar esas habilidades. Quizás sea en Administración del Hogar donde mayor experticia tengo, pero para eso usted cuenta con la Primera Combatiente. Sin embargo me atreveré a sugerirle cómo hacer uso de los 40.000 millones de dólares que el camarada Xi Jinping, en un gesto de desinteresado internacionalismo proletario, nos prestó para salir de los problemas económicos en que nos ha metido el imperio para socavar las bases de nuestro modelo, envidia de finlandeses, noruegos y suecos. No se deje embaucar por aprendices de brujo, esos déjelos para áreas como planificación, salud, petróleo y finanzas. A ese dinero fresco hay que darle mejor destino y en ese sentido van mis propuestas.

Las más urgentes. Hay que asegurar los dólares para pagar las citas de renovación de visa para los 25 funcionarios injustamente castigados por el Gobierno de Obama, no será fácil sacarla pero el que insiste vence. Ante el anuncio de escasez de Harina de Maíz, hay que apartar algunos millones de dólares para comprarla por Amazon y poder abastecer los Mercal y Bicentenarios de todo el país. Ya basta de carros chinos para nuestros sacrificados líderes, hay que importar carros japoneses, europeos y camionetas 4x4 gringas en cantidad suficiente para renovar el parque automotor cada dos años de aquí al 2051. No podemos dejar a la descendencia de los próceres de la revolución sin disfrutar merecidas vacaciones en Disney, de tal manera que es pertinente y justificado hacer un parque temático similar, made in china, por los Valles de Aragua donde es más fácil expropiar las tierras necesarias. Por último, y siempre pensando en nuestro pueblo y sus necesidades, sugiero elevar el monto para compras electrónicas de 300 a 3000 dólares a través de la Tarjeta "Vaya pa’ esa mi Sangre", para comprar exclusivamente productos elaborados en Cuba o triangulados por ellos. Déjese ayudar mi presi.

lunes, 28 de julio de 2014

Déjese ayudar mi Presi

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Déjese ayudar mi Presi



TULIO RAMÍREZ



Tranquilo mi líder, no se angustie por los que no fueron a votar, esos vuelven. Deje que pase un tiempito y usted disponga de billetes para repartir. Para algo servirá el préstamo que nos dio China, nuestra madre patria sustituta. Pero no era a eso que quería referirme, el asunto serio mi Presi, es que el país no termina de arrancar. No, no me refiero a nuestros jóvenes profesionales, esos no han parado de arrancar a otros países buscando mejores condiciones de vida. Me refiero a lo que le atañe a usted directamente como líder máximo, por la gracia de Hugo, de nuestra revolución. Usted, mi Presidente Obrero, debe tomar medidas urgentes e impostergables, no espere hasta el Congreso del PSUV que a lo mejor ni los electos van. La necesidad obliga camarada, lo que hay que tener es sentido práctico.

Hablando de sentido práctico, quiero hacerle una propuesta que podría ayudarlo a revolucionar su Gabinete. Me explico, usted dijo en una muy esperada Cadena, palabras más palabras menos, que iba a hacer una revisión completa del sistema de gobierno, ministerio por ministerio. Pues, como buen compañero de ruta, le tomo la palabra y me ofrezco a ayudarlo. Son 30 Ministerios con un promedio de cuatro Viceministerios por cada uno. Hablamos de por lo menos 150 altos funcionarios sin incluir escoltas, adulantes y amantes. Hacer una reunión de Gabinete con los 30 no debe ser fácil. Lo imagino a usted en el trance del olvido del nombre de alguno y sin más remedio que sisearlo para decirle, "mira tú, este niño, el de la corbata roja, voltea pa’cá que te quiero preguntar algo", qué pena. Para evitar esto planteo reducir el Gabinete a 8 ministerios donde se agrupen todos los existentes. La idea no es dejar a nadie en la calle, recuerde que con los votos no se juega.

Propongo que se creen los siguientes: 1) Ministerio para la Papa, el Ocio y la Gozadera (MPOG), incluiría el de Alimentación, Turismo, Trabajo y Deporte; 2) Ministerio para la Transición del Consumismo al Comunismo y Viceversa (MTCCV), estarían Planificación, Comercio, Economía, Finanzas y Banca Pública; 3) Ministerio para Preservar el Legado del Comandante Supremo (MPLCS), incluiría Educación, Educación Universitaria, Cultura, Comunicación e Información; 4) Ministerio para Acabar con lo que Queda (MPAQ), harán vida Agricultura y Tierras, Industrias, Ambiente, Energía, Petróleo y Minería, Ciencia y Tecnología; 5) Ministerio para las Relaciones con la Oposición (MROp) conformado por Relaciones Interiores y Defensa; 6) Ministerio de Promesas Incumplidas o a Medio Cumplir (MPIoMC), estarían Salud, Vivienda, Comunas y Servicios Penitenciarios; 7) Ministerio a la Carta (MC) se integrarían el de la Mujer, Pueblos Indígenas, Juventud y crearía el de Los Hombres; por último y el más importante, 8) Ministerio para Dejar el Pelero en Caso de Necesidad (MDPCN) conformado por Transporte Terrestre, Transporte Acuático y Aéreo y Relaciones Exteriores. Sería un Gabinete más productivo. Déjese ayudar mi Presi.


lunes, 14 de julio de 2014

Economía a la vinagreta

Aquí Opinan
Lunes 14 de Julio de 2014
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TalCual


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Economía a la vinagreta



TULIO RAMÍREZ



Éramos muchos y parió la abuela, dice la conseja popular al hacer referencia a una situación sobrevenida que complica aún más una existente ya de por sí compleja. Este dicho muy usado en nuestro país, viene como anillo al dedo ante la presencia del economista cubano Orlando Borrego. En los corrillos políticos se analiza cuál podría ser el efecto de este asesoramiento sobre una economía maltrecha, sin rumbo, con los índices de inflación más altos del planeta y una recesión solo comparable con la de los países perdedores de las guerras mundiales o los comunismos de ayer y de hoy. Pues sí señor, los altos jerarcas del gobierno han anunciado casi que con bombos y platillos que con la asesoría de este economista se va a poner orden en la casa. Lo que faltó fue que en cadena nacional, siguiendo la costumbre del Galáctico, se le haya dicho al país en tono de son cubano y parafraseando aquella vieja canción de Carlos Puebla, que "se acabó la diversión, llegó Vinagreta y mandó a parar".

De acuerdo a lo mostrado en la prensa nacional, algunos de los méritos que acompañan al octogenario asesor son los siguientes: fue compañero del Che Guevara (para nuestra izquierda trasnochada es suficiente credencial de mérito para catalogarlo como experto en cualquier cosa), fue viceministro del Ministerio de Industrias, miembro de la Junta Económico-Militar y no se ha escapado del mar de la felicidad. También dicen las notas de prensa que el camarada Borrego actuó como fiscal en aquellos siniestros Tribunales Revolucionarios que, a comienzos de la revolución, sentenciaron al paredón de fusilamiento a muchos de sus compatriotas sin las más mínimas garantías procesales. Juicios que por cierto, fueron presididos por magistrados uniformados de verde oliva que de seguro gritaron al juramentarse "¡Uh, Ah, Fidel no se va!".
Cuenta la leyenda que este personaje fue tan inmisericorde que hasta el mismísimo Guevara le puso el ácido apodo con el que hoy se le conoce. 


 Para los que detentan el poder, la misión del defenestrado jefe de planificación se cumplió a medias. Se le reconoce que hizo grandes esfuerzos durante 14 años para destruir la economía del país y asegurar la reproducción de los pobres que la revolución tanto necesita, pero al parecer no fue suficiente. Todavía sobreviven unas pocas industrias productivas, se ha democratizado la corrupción en dólares, lo que atenta contra la anhelada sociedad de pobres y una muy exclusiva cúpula rica, la militancia sigue comprando por Amazon zapatos de marca y celulares, y el ritmo de emigración de la odiada clase media, aunque alto, no es el esperado. No quedaba otro remedio que traer a alguien con probada experiencia en la destrucción de la economía de un país. La improvisación y la incapacidad ayudaron al Monje, es cierto, pero no es lo mismo contar con un profesional que ha pasado más de 50 años ayudando a la gigantesca obra de llevar a un país a la indigencia. Para eso Borrego está aquí, para aplicarnos la receta de una economía a la vinagreta.

lunes, 30 de junio de 2014

!Y esa carta, desgraciada...!

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Lunes 30 de Junio de 2014
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¡Y esa carta, desagraciada...!



TULIO RAMÍREZ



E n Venezuela escribir una carta supone correr un riesgo. La época en que la correspondencia era inviolable pasó a la historia. La notita con el "me gustas mucho", que enviábamos a la que nos tenía la empalizada en el suelo, hoy no está exenta de la revisión que, por razones de Estado, se hace para evitar desestabilizaciones y conspiraciones. El gobierno se propuso no permitir que esta novena maravilla del mundo, o sea la revolución bolivariana, corra algún peligro. Así, un mensaje que diga "Estoy dispuesto a esperar una eternidad para verte en la salida y darte un regalo", puede ser interpretado por los acuciosos exégetas rojitos, como un llamado al magnicidio. Con un barajeo conveniente de palabras, pueden concluir que el verdadero mensaje fue "Estoy dispuesto a esperar que La Salida nos traiga el regalo de su eternidad". Con esto bastaría para acusar de magnicidas a la linda parejita y asegurarles por lo menos 20 años de cárcel, en celdas separadas y sin derecho a desodorante.

Hoy día ese peligro se acrecienta. La policía secreta, ya no tan secreta según algunos, está al acecho de cualquier comunicación que se emite en el país. Sea por teléfono fijo, celular o de guaralito y vasito, los mensajes están siendo interceptados, registrados y analizados por un equipo de expertos, fastidiados de estar anotando fechas de citas médicas, lugares donde están vendiendo la leche, excusas para llegar tarde a casa el viernes, datos de última hora para el 5 y 6, preguntas sobre si están pagando la pensión y los chismes sobre el jujú que hay entre la vecina del 6-A y el conserje del edificio. Otro equipo, más especializado, revisa los correos electrónicos y los twitter. Imagino que este grupo pedirá bonos extras por espiar los días feriados y fines de semana.
Nada más hacerle seguimiento a las cadenas donde se le pide un deseo al Divino Niño, que se concederá si en los próximos segundos se lo reenvías a 10 amigos, supone estar prestos a revisar miles de mensajes en pocos minutos. Pero eso no es nada, imagínense analizar los millones de twitter en los cuales se le anuncia a los venezolanos que "ahora sí es verdad". Eso ameritaría de un entrenamiento extra y sofisticado a base de las mejores técnicas orientales para el aguante sentado de tanta habladera de pendejadas en tan solo 140 caracteres.

Por supuesto, si la comunicación es de un ciudadano sospechoso de estar bravo con el gobierno, debe atenerse a las consecuencias. El 70% de la población debe estar pilas a la hora de redactar sus correos, aunque nadie está libre de que se los inventen y siembren como cualquier arma o droga. Si hay dudas sobre ello, preguntemos a los que les han hackeado las cuentas y les han montado mensajes, pinchado teléfonos o hurgado el facebook. Claro, si la carta es de Giordani o Navarro no pasa nada, no importa lo que diga. A lo sumo el alto gobierno cantará el estribillo nostálgico de aquella canción que entonaba Gualberto Ibarreto, que dice: ¡y esa carta, desgraciada, puño y letra de mi amada!".

@tulioramirezc

lunes, 16 de junio de 2014

Tambien soy experto en contenidos subliminales

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Lunes 16 de Junio de 2014
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También soy experto en contenidos subliminales



TULIO RAMÍREZ



L a verdad en este país hay expertos para todo, aun no habiendo estudiado para nada. Ahora se pusieron de moda los expertos en contenido. En mi caso, para no ser menos, me declaro como uno de ellos. Analizo contenidos encriptados en cualquier cosa. Las habilidades que poseo hasta me han hecho ganar la lotería. Sólo me basta echarle un ojo a Panchita para descubrir los números que van a salir ese día. Otra muestra de mi don es la capacidad desarrollada para distinguir entre el contenido de una lata de sardina y una de atún. También puedo identificar, aun estando en envases similares y sin etiquetas, un whisky 18 y un lavagallo destilado en El Muco, estado Sucre. Reconocer cuál es cuál, puede ser determinante para tomar decisiones acertadas en una boda, bautizo o unos 15 años. Son habilidades que he heredado a través del ADN, pero que pondré a partir de ahora, al servicio de la humanidad.

Ahora bien, no solamente soy experto en descifrar contenidos envasados al vacío, también le meto a los ocultos en mensajes escritos, orales o por señas. Por ejemplo, puedo reconocer cuando, a través de una carta, una persona tiene intensiones aviesas. Si comienza: "Solicito de ese Ministerio, el cual usted tan acertada y dignamente preside", no hay equívoco alguno, la jalada introductoria augura que le pedirán mínimo, un contrato sin pasar por licitación. Otro caso es cuando la misiva dirigida al novio abre así: "Reconozco que hemos vivido momentos de suma felicidad, pero debo decirte que...", como experto sugiero al galán que no siga leyendo porque lo que viene después no le va a gustar nadita. Ahora bien, debido a estos tiempos de tanto acoso al gobierno, hay que analizar con sumo cuidado los mensajes emitidos por sus adversarios. Un inocente e inofensivo discurso, tuit o eslogan, puede contener arengas a su derrocamiento. No es por otra razón que he recomendado apresar e investigar por conspiradores a los autores del Himno Nacional. El llamado subliminal a la desestabilización es inocultable, eso de "Gloria al Bravo Pueblo que al yugo lanzó" es una clara incitación a la rebelión de las masas. Después no digan que no se los dije.

Solo a una cosa me he negado. Me pidieron analizar los textos escolares de la Colección Bicentenario para determinar la existencia o no de mensajes subliminales ideologizantes a favor del gobierno o del inconstitucional modelo socialista. Como todo un profesional que se respeta deseché ese pedimento. La razón, soy experto en analizar contenidos sugeridos o semiocultos, no los que muestran su intención por todo el cañón. En esos casos no se requiere de mi vasta experiencia ya que son tan evidentes y manifiestos que con solo una ojeada puede advertirse el sesgo con el que se elaboraron algunos de ellos. Para finalizar debo aclarar que, debido a la situación de pelazón inmisericorde, es imposible ofrecer mis servicios de manera gratuita. Para los que no se han percatado todavía, en ese último párrafo hay un mensaje subliminal: cobro, pero eso sí, muy barato.


lunes, 2 de junio de 2014

Pa' la tensión no hay, pa' la gripe sí

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Lunes 02 de Junio de 2014
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Pa’ la tensión no hay, pa’ la gripe sí



TULIO RAMÍREZ



La falta de medicinas está embromando a todo el mundo. Es tan democrática que no distingue entre credo, raza, posición política, preferencia sexual o deportiva. La padecen los opositores de la calle y los de la sombrita, los caraquistas y los magallaneros, los chavistas militaristas y los civilistas (¿?), los enchufados de alto o los de bajo voltaje, los curas chavistas y los decentes, los pitiyankys y los piticastristas, los que van a España y los que ligan a Brasil, los solteros y los arrepentidos, los que beben y los que dejaron de beber. En fin, todo el que pueda enfermarse en esta tierra de gracia, y no tenga la posibilidad de viajar al extranjero, a precio de SICAD II, para consultarse con algún médico y lograr que le suministre un récipe y pueda ir a una farmacia, no a ver si la pega como sucede aquí, sino a comprar como Dios manda lo que le prescribieron. Por cierto, si el enfermo viaja solo, tiene que vender el carro para comprar un pasaje que por el precio, pareciera que no es para Miami sino para la Luna; pero si viaja con la mujer y los hijos, tendrá que vender el carro y el apartamento con suegra y todo.

A todas estas el gobierno alega que la escasez de medicinas nada tiene que ver con ellos. Pero por supuesto, no faltaba más, ¿cuándo algo que no sirva en este país, tiene que ver con ellos? Ni siquiera asume la torta que ha puesto Maduro, ya que el gobierno se la está achacando al pueblo por haberlo electo. Pero no nos desviemos. Los personeros más pintorescos de la revolución informan que no conseguimos las medicinas porque las grandes trasnacionales farmacéuticas han desviado todos sus inventarios a Brasil por el Mundial. Me pregunto, ¿será que la organización de esa competencia puso como condición para vender los Boletos que el fanático tenga problemas de cardiopatía, asma, diabetes, VIH, leucemia, tensión, colesterol, triglicéridos, cáncer, esclerosis múltiple, Alzheimer o diarrea? Es lo único que puede explicar tanta idiotez argumentativa.

Lo cierto es que esta crisis es peor que la de la falta de alimentos o la generada en el chavismo por la derrota aplastante sufrida en San Cristóbal y San Diego. ¿No me cree? Pues lea lo que a continuación expondré. Alerto que me referiré solo a la crisis de los alimentos y no a la otra. Usted puede ir a un abasto, sea Mercal, Bicentenario o alguno de los buenos, con la intención de comprar harina de maíz, aceite, leche, fresas y caraotas, el dependiente como siempre le dirá el concebido "te lo debo", pero usted puede solventar llevándose un paquete de espagueti, arvejas, yogurt, mango y cebo de cochino para cocinar. No es lo mismo, pero igual llena el estómago. Total, según Maduro, estamos en plena guerra económica y como dijo la viejita guapachosa del chiste aquél: "guerra es guerra y dele que son pasteles". En cambio si va a la farmacia a comprar su medicamento para la tensión, el dependiente no puede resolverla diciéndole "pa’ la tensión no hay mi doña, pero pa’ la gripe tengo bastante, aproveche y lleve que se acaba"

lunes, 19 de mayo de 2014

Busco terapeuta que cobre barato

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Lunes 19 de Mayo de 2014
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Busco terapeuta que cobre barato



TULIO RAMÍREZ



De un tiempo para acá he estado preocupado por descubrir quién soy realmente. Esa crisis existencial que hoy los muchachos resuelven sin mayores contratiempos, la he venido arrastrando desde que hice ese viaje a Disney. Antes de ese periplo tenía muy bien definida mi identidad política y nacional. Desde mis años universitarios militaba en las filas revolucionarias, hacía lo que en la época se llamaba "trabajo de barrio", leía obras como Así se Templó el Acero, La Madre, Guerra de Guerrillas y las Cinco Tesis Filosóficas. Escuchaba con devoción a Alí, Soledad, Pablo, Silvio y el Quilapayún, sintonizaba Radio Habana en onda corta, leía Cuba Internacional, comía en el comedor de la universidad y no me pelaba ninguna obra de teatro contestatario en la Sala de Conciertos. En fin era un revolucionario estándar que, como tantos otros, para el mes de agosto daba un alto en la lucha ya que viajaba a Carúpano, con el fin de perfeccionarme en el juego de Truco y armar la parranda con Martín, hoy día mi compadre, en la siempre acogedora casa de Julián y Dora allá en Curacho.

Todo estaba en su lugar. Después de graduado, continúe fiel a mis ideales. No podía ir a una fiesta porque después del cuarto trago trataba de convencer al dueño de la casa de que se incorporara a la lucha. Sí noté, después de un tiempo, que ya nadie me invitaba a los saraos, pero siempre lo atribuí a la moda de las discotecas que hacían cada vez menos frecuentes las rumbas hogareñas. En el trabajo no era diferente. En mi escritorio no solo estaban los papeles de la aseguradora, aprovechaba y a cada cliente le daba como anexo de su póliza un folletín del Partido. Muchos, sin siquiera ojearlo, me lo devolvían aduciendo que ya habían comprado La Atalaya. Mi consecuente militancia me costó un despido que siempre consideré injustificado, pero el Ministerio del Trabajo no. La razón real: querer crear un sindicato, pero la Inspectoría del Trabajo alegó que para ello no tenía por qué apoderarme a la fuerza de una de las oficinas de la empresa y confiscar una impresora para sacar propaganda contra nuestros patrones explotadores. Cosas de la IV.

Pero llegó ese bendito viaje y todo se trastocó. No quería ir, lo juro, pero más pudo la ilusión de mi pequeña hija. Desde que regresé todo cambió para mí. Tanto orden, limpieza, respeto, colaboración policial sin matraca, libertad de tránsito, servicios que funcionan, correos que no son huecos negros para las cartas, sueldos para vivir decentemente, justicia independiente, respeto a los semáforos, motorizados que no transitan por aceras, devoluciones de mercancías con desperfectos sin necesidad de amenazas de demanda, autos estacionados con vidrios abajo y llaves puestas, bicicletas sin cadenas ni candados tiradas en jardines de casas sin rejas. Fue mucho para mí. Mi salud mental se resintió. Pasé del comunismo al consumismo y ahora añoro los EUA y no me interesa ir a Cuba. ¿Seré un apátrida pitiyanky? Busco terapeuta que cobre barato y pague sus propios whiskys.

lunes, 5 de mayo de 2014

Cuando ven el mogote saltan

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Lunes 05 de Mayo de 2014
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Cuando ven el mogote saltan



TULIO RAMÍREZ



No creo que con la metodología propuesta para hacer la Consulta Nacional por la Calidad de la Educación, se pueda hacer un diagnóstico objetivo sobre esa materia. El gobierno invertirá millones de bolívares, para preguntar a niños de primaria y jóvenes de secundaria sobre cómo sería la escuela que sueñan. De seguro le estallará en la cara al funcionario de turno la constatación de lo poco que han hecho en educación en los 15 años de revolución "bonita", cuando en la mayoría de los planteles oficiales contesten que sueñan una escuela con agua, baños que sirvan, pupitres en buen estado, bebederos, pizarra de verdad, maestros con ánimos de trabajar, sin exoneraciones de materias que no han visto por falta de profesor, sin basura alrededor, sin Consejos Comunales que los adoctrinen, sin asaltos, con Directores que sepan dirigir y con la arepita y el vasito de leche diario para desayunar. Esto solo explicaría parte del deterioro de la educación en el país, lo de la calidad es otro asunto.

Si el gobierno quisiera hacer cambios profundos en educación, debería comenzar por evitar el uso de algunas frases hechas y conceptos repetidos hasta el cansancio, ya que no contribuyen a comprender lo peliagudo del problema. En el documento central de la Consulta se comienza afirmando que "los logros en materia educativa" se han dado por la voluntad política del gobierno "para mejorar la calidad". Frases como esta, hacen innecesaria la propia consulta. Lo otro es el uso del término inclusión. Pues bien, hoy en día su uso en el mundo no se reduce solo a la incorporación de más niños a la escuela. No, hoy el término hace referencia a impartir una educación de calidad para todos con independencia de su condición. Si esto es así, el gobierno no debería vanagloriarse. La deuda con los más pobres, ayunos de una educación de calidad, ha convertido al gobierno en promotor de la exclusión más que de la inclusión.

Algunos padres han expresado temores sobre la Consulta, veamos por qué: el gobierno ha insistido en que de aquí al 2019, la ruta la trazará El Plan de la Patria. Al revisar este documento observamos en el punto 2.4.1.3 esta perla: "Adecuar los planes de estudio en todos los niveles para la inclusión de estrategias de formación de valores cónsonos con la nueva sociedad que estamos labrando", léase la sociedad socialista. Si esto es así, en materia educativa no podría haber una excepción, de tal manera que tienen fundamento las dudas sobre si el gobierno asumirá propuestas educativas que se orienten a algo diferente al socialismo. ¿Qué estos temores son exagerados y pesimistas? Bueno, me remito a los resultados del referendo consultivo del 2007, donde la mayoría se expresó contra la propuesta de incluir el modelo socialista en la Constitución, sin embargo Chávez hizo caso omiso a este mandato del soberano y ya sabemos por dónde se movió la historia. No, no se trata de padres radicales y pesimistas, se trata de picados de culebra, y es por eso que cuando ven el mogote, saltan.


lunes, 21 de abril de 2014

Eso fue lo que paso esa noche

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Eso fue lo que pasó esa noche



TULIO RAMÍREZ



Como muchos venezolanos me desvele viendo "El Diálogo". Para los amigos que me leen en el exterior debo aclararles que no se trataba del estreno de una película venezolana y mucho menos del primer capítulo de una telenovela con sazón nacional. Aunque, y es la verdad, tenía algo de ambas. Tenía de película la expectativa de que se llegara a un final esperado por todos, después de casi 6 horas de suspenso y acción. Parecía que estábamos viendo el remake de aquella obra magistral de Ferrari, La Gran Comilona, porque al final muchos querían salir corriendo de esa mesa, pero no por excesos de comida y lujuria, sino por no soportar tantas verdades duras y crudas delante de tanta gente. También tenía algo de telenovela, es cierto, ya que se anunciaban próximos capítulos donde se desenredarían todas las tramas colaterales que entorpecían un final feliz para los venezolanos. Pues bien, aclarado lo que no era "El Diálogo", procedamos a caracterizar lo que sí fue, sobre todo para aquellos compatriotas que no han seguido los acontecimientos en el país durante los últimos tres meses, vale decir, los despalomados.

"El Diálogo" fue el intento de dos bandos políticos de la sociedad venezolana por sacarse los trapitos al sol y hacer que el contrario quedara mal parado ante la audiencia. Por un lado estaban los representantes de los partidos que discrepan del Gobierno y, por el otro, los que discrepan de la oposición y viven del Gobierno. Estos últimos se esforzaron por defender una gestión que, según ellos, nos llevo a ser un país donde no pasa nada y todos están felices, una "Disneyzuela" pues; mientras que los otros, se empeñaban en demostrar que el Gobierno es el gran culpable del desbarrancamiento de ese mismo país. Como testigos, unos cancilleres atentos pero con sueño, que dieron una dura batalla para no posar sus frentes sobre la mesa. Debían mantenerse despiertos para evitar cualquier enfrentamiento, no vaya a ser que apareciera el gordito de la franela tricolor que se la tiene jurada a Julio Borges.

Se habló de todo, menos de lo más importante, dicen algunos, aunque otros se sintieron satisfechos. Los del Gobierno argumentaron que gracias a Chávez y sus herederos se evitó que el país se hundiera en la crisis provocada por la conquista española, el bloqueo naval de 1908, el nacimiento de Rómulo Betancourt y el Golpe de Estado de 2002, allí se plantaron. Los de la oposición se las cantaron una a una mientras muchas cabezas del bando contrario giraban sobre sí mismas y hacían lo imposible porque el vómito verde no se deslizara por la comisura de los labios. Más que un diálogo fue un debate. El Gobierno no se comprometió a nada, mientras la oposición se comprometió a seguir buscando caminos para avanzar en las soluciones. La revelación de la noche fue que el alcalde del municipio Libertador confesó lo mal que le caía el dirigente Andrés Velásquez. Mientras tanto, los estudiantes siguen luchando en las calles y las bandas armadas arremetiendo contra ellos. Eso fue lo que pasó esa noche.

lunes, 7 de abril de 2014

Colas de colas


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Lunes 07 de Abril de 2014
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TalCual


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Colas de colas



TULIO RAMÍREZ



Como andan las cosas contra este periódico es mejor cuidarse y comenzar el artículo de la siguiente manera: El Ministro de Alimentación Félix Osorio
o
alguien parecido a él, supuestamente dijo en una supuesta rueda de prensa, lo siguiente: "aquí se hace cola para todo. Para ir a conciertos, al cine, al banco, pero critican las colas para comprar alimentos". Ahora bien, confío en que lo que recogió el fablistán y transcribió en su nota sea exactamente lo que dijo quien supuestamente lo dijo. De no ser así, desde ya pido mil excusas y exonero a TalCual de las consecuencias de mi inocentada. Imagínense, si el tabloide no aguanta otra demanda, qué quedará para mí con ese sueldito de profesor universitario que me dura lo que a un enchufado el primer trago de whisky celebrando un guiso exitoso, o sea nada.  Así las cosas, seamos prudentes y continuemos, salvando el hecho de que si el Ministro no dijo lo que dijo el periodista que dijo, asumo que por lo menos lo dijo el periodista y no el Ministro. 
 Al hablar de colas hay que hablar de Cuba. 54 años en ese tejemaneje no es cualquier concha de ajo.,

Las colas están tan arraigadas que si alguno llega a un establecimiento donde no la haya, no entra. El condicionamiento operante Skinneriano permite explicarlo. Fidel siempre dijo a los cubanos que eran un pueblo heroico que se sometía gustoso a cualquier sacrificio por la revolución. Prometía que como héroes, serían recordados como los constructores del socialismo más puro que la raza humana haya podido crear. Con ese discurso martillándote todos los días en las interminables cadenas del Comandante y en las miles de vallas con las que empapelaron la isla, se entiende que cualquiera se sienta culpable al entrar en un abasto sin cumplir el sacrificio que le corresponde como revolucionario, hacer la cola. El lema Patria o Muerte no es otra cosa que llevar a su máxima expresión la idea del sacrificio individual y colectivo como única manera de lograr el socialismo.

Estados Unidos es el país de las colas, y muy pocos se colean. Recordemos las colas de tres días que hicieron los jóvenes para ver la saga de la Guerra de las Galaxias, o las colas para ver un partido de la Serie Mundial. En nuestro caso hemos hecho colas con gusto. Por ejemplo para ver el CaracasMagallanes, para ir al cine o para comer en un buen restaurante. Pero esas colas se hacen con satisfacción, para disfrutar de un buen espectáculo o una buena comida, y si es para cobrar en el Banco el placer es doble. Pero otra cosa es hacer una cola para sobrevivir. Nadie puede sentir felicidad si hay que hacer colas de 4 horas para comprar un pote de leche después de un humillante marcaje en el brazo. Nadie puede ser feliz al hacer una cola para comprar una medicina que nunca llega y que de ella depende una vida, o al hacerla para pedir una limosna en una de las Misiones, o en CADIVI para que te digan que tu solicitud no procede. No, ministro, o quien sea que lo haya dicho, hay colas de colas, y la que este gobierno promueve no es precisamente la cola feliz.