lunes, 18 de abril de 2022

 

Aquel 11 de abril, por Tulio Ramírez

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Twitter: @tulioramirezc


Cuando salga esta nota ya habrán pasado 7 días desde el 11 de abril. Me hubiese gustado que ese lunes de semana santa se hubiese publicado esta columna, pero el tiempo es implacable. Este año, mi turno de publicación cayó hoy 18 de abril. Pues, ni modo. Como diría mi siempre despistada comadre Camucha, “donde manda capitán ni que fajen chiquito al marinero” o “al marinero se lo lleva la corriente” o algo así. Lo cierto es que no me podía colear y por ello leen hoy, en diferido, esta entrega.

No voy a narrar lo que viví ese día, ni los posteriores. Son hechos públicos y notorios, aunque se empeñe el gobierno en tergiversar lo ocurrido. La Historia Oficial narra un 11 de abril que muy poco tiene que ver con los hechos de ese día. La Colección Bicentenario se ha encargado de contar, para las generaciones futuras, su propia versión.

La narrativa sobre este episodio de la historia reciente que se lee en el texto de 6to grado Venezuela y su Gente, así lo demuestra. Entre otras menudencias ni siquiera se refieren a la alocución en cadena nacional del general Lucas Rincón en la cual le anuncia al país que a Chávez se le solicitó la renuncia a la presidencia, “la cual aceptó”.

Para este texto de obligatoria lectura en la escuela, ese hecho visto en cadena nacional, nunca ocurrió. Estaba acostumbrado a que, cuando el Galáctico estaba vivo, año tras año, agregaba un episodio más a los hechos del 11, 12 y 13 de abril de 2002. Durante 10 años, el hoy extinto presidente Chávez hizo lo mismo que hicieron los guionistas de Por estas Calles, alargó la novela con hechos inverosímiles y heroicos, supuestamente realizados por él durante esos aciagos días. Como es de suponer, nunca presentó ni documentos ni testigos que avalaran tales peripecias.

Iba recordando esos cuentos de camino durante mi rutina vespertina de joggins, cuando al encender mi pequeño transistor, se interrumpen mis pensamientos al escuchar una alocución sobre la fecha en cuestión. Como si fuese el mismísimo Chávez resucitado, la narración agregaba nuevos elementos “corroborados por documentos desclasificados por la CIA, el FBI y el Departamento de Estado”. Por supuesto, sucedió algo similar a lo que hizo Tibisay en una entrevista  televisada. Ante la pregunta sobre la nacionalidad de Superbigote, blandeó y agitó unos papeles diciendo “aquí está la partida de nacimiento, es venezolano” sin mostrarla ni entregarla al periodista. Así mismo se habló de esos fulanos documentos “desclasificados”. No se mencionó cuáles eran, ni donde estaban.

Según esos papers, el presidente gringo “doble b Busch” había decidido tumbar a Chávez después de los hechos del 11 de septiembre de 2001 (me preguntaba ¿Qué tiene que ver la parte baja de la espalda con las pestañas?). Otra perla de la cual me entero, es que el mismo “doble b Busch” había decidido tumbar a Chávez para evitar la victoria de Lula en Brasil, “pero Chávez lo derrotó y por eso hubo victorias socialistas en América Latina”. ¡Vaya pa’ la auyama!, resulta que Chávez era la mano que mecía la cuna en la región. 

Lo más escandaloso de toda esta narrativa fue la afirmación que atribuye a “la malvada, apátrida y traidora oposición” la colocación de francotiradores en la avenida Baralt para disparar a los manifestantes de oposición que, de acuerdo a los psiquiatras de la revolución, “venían engañados desde Chacaíto”. “Esos desalmados” tenían la perversa idea de generar muertos y heridos con el fin de crear una falsa imagen de lo que sucedía. Hay que tener mucho autocontrol para no batuquear el transistor contra el suelo.

Siguiendo la tradición soviética, Lucas Rincón fue nuevamente borrado de la foto. Ni se mencionó. Por si fuera poco los llamados pistoleros de Puente Llaguno a los cuales toda Venezuela observó disparando en dirección a la manifestación, tampoco fueron mencionados. Ni siquiera inventaron alguna excusa como lo hacían antes, algo así como que  estaban disparándole a unas palomas que estaban haciendo sus necesidades sobre las cabezas de los malucos manifestantes que querían tumbar al buena vaina de Chávez. Lo que vieron todos por televisión, nunca se produjo. Como sigan estas narraciones faltará poco para que se diga que fue algo inventado por el aparato propagandista de los lacayos, apátridas y mercenarios a la orden de “doble b Bush”.

Cada año que pasa desaparecen hechos y aparecen otros nuevos. Así se va construyendo la Historia Oficial contada por los historiadores revolucionarios con pensamiento crítico, comprometidos con el proceso y, ante todo, con la verdad, porque “la verdad libera”. ¿Verdad, camarada Putin?

lunes, 4 de abril de 2022

 

Las 7 maravillas de la revolución, por Tulio Ramírez

Las 7 maravillas de la revolución
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Twitter: @tulioramirezc


Recuerdo que la profe Alicia, la de Educación Artística de 1er año de bachillerato, nos comentaba que el hombre siempre ha sido capaz de crear cosas extraordinarias. Quizás algunas no han logrado sobrevivir por el paso del tiempo, pero no han desaparecido de la memoria de la humanidad.

Nos hablaba de las llamadas 7 Maravillas de la Antigüedad con tanto entusiasmo que lograba captar la atención de una clase que dormitaba en esa asignatura, por lo criminal del horario (de 1:00 pm a 2:45 pm). 

La profe Alicia no solo daba un discurso, también nos mostraba las imágenes de maravillas como la Pirámide de Keops, el Templo de Artemisa, los Jardines Colgantes de Babilonia, la Estatua de Zeus, el Mausoleo de Halicarnaso, el Coloso de Rodas y el Faro de Alejandría. 

El enorme libro con tapa dura y páginas con papel brillo, iba pasando de pupitre en pupitre dejando en nosotros, unos imberbes recién llegados de la escuela primaria, una sensación de asombro y orgullo por lo que fueron capaces de construir nuestros ancestros. Como yo era el más avispado, aclare a mis compañeros, que no eran fotos, porque para la época no existían las cámaras Kodak. La profe me felicitó. 

La profesora también nos enseñó que no solo en el Mundo Antiguo se hicieron cosas consideradas como íconos del ingenio humano. El Mundo Moderno también había dejado su legado. Obras como Machu Picchu, Chichén Itzá, el Coliseo Romano, el Cristo Redentor, la Gran Muralla China, el Taj Mahal y la Ciudad de Petra, todas en pie, nos hablaban de la incansable búsqueda de lo trascendente.

Hoy día, no me queda más que afirmar que en esa materia la revolución bolivariana no podía quedarse atrás. El Socialismo del Siglo XXI ha creado sus Maravillas para demostrar que es capaz de superar a la derecha milenaria y retrógrada.

Obras como la Pirámide Fucsia de la autopista Valle Coche donde se sospecha está enterrada la partida de nacimiento tantas veces solicitada y el acta de defunción del Galáctico, se ha convertido en un emblema para la ciudad; el Ultramán Dorado y punketo de la autopista Francisco Fajardo, preparándose para patear al gato que tiene adelante, se ha convertido en un obligado referente para los conductores; el gigantesco Skatepark que sirve como techo al moderno mausoleo construido detrás del viejo Panteón Nacional, hoy en día es el reto de todos los patineteros del mundo. 

Cómo dejar fuera a los Monolitos ubicados simétricamente a lo largo de la Autopista Regional del Centro. Son una obra de precisión matemática. Entre uno y otro hay como 30 y pico metros exactos. Dicen los opositores que es la obra inconclusa del sistema ferroviario, pero yo no lo creo. Una réplica exacta la hicieron en la vía Guarenas-Guatire. Dicen que es del mismo artista. 

Por supuesto, la revolución ha dejado para el disfrute de la humanidad otras obras colosales que nada tienen que envidiarle a las construidas por las sociedades presocialistas y que están esparcidas por el mundo. Lo más asombroso es que han sido construidas (o destruidas) en solo 20 años. Esto demuestra que en socialismo se potencia la creatividad.

Se me olvidaba comentarles que otras quedaron en los planos desde hace 15 años. Aunque se pagaron los reales por adelantado para su construcción, todavía no están concluidas. La mayoría han debido ser entregadas hace por lo menos 10 años. Por supuesto, el gobierno alega que no se han culminado por las sanciones. Pero la verdad, estas han sido aplicadas solo desde hace 3 años atrás.