lunes, 15 de diciembre de 2014

Mi vecino el de la Secreta

Aquí Opinan
Lunes 15 de Diciembre de 2014
 |  11
TalCual


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Mi vecino el de la Secreta




TULIO RAMÍREZ




Lo vi salir sigilosamente de la casa de mi vecino, el reloj marcaba las 6:30 de la mañana. Era un tipo extraño. La solapa de la gabardina le cubría buena parte de la cara de la cual se dejaba ver una desordenada barba. Su cojera algo exagerada, lo hacía más sospechoso aún. Usaba pantalones zancones y medias de distintos colores que se le chorreaban por los tobillos por falta de liga o por ligas vencidas. Al día siguiente me lo tropecé casi de frente. Un gutural gruñido fue la respuesta a los buenos días que le deseé. Lo más raro era que en las tardes, cuando regresaba mi vecino de su trabajo, conversábamos en el estacionamiento y nunca me hacía referencia al sujeto que todas las mañanas salía de su casa presuroso y en son de huida. Una tarde me dejé de tonterías y decidí afrontar a mi vecino. Algo pasaba y tenía que saber qué era.

Lo esperé pacientemente. Finalmente llegó. No se había bajado del vehículo cuando le pregunté por el sujeto de marras. Viendo a ambos lados como detectando alguna cámara escondida, o a algún curioso que pudiera escuchar, me tomó del brazo y me llevó al cuarto donde se guardan los peretos de limpieza. Cerciorándose de que el conserje no estuviera por los alrededores, se colocó el dedo índice en los labios y me susurró algo así como que me revelaría un secreto, el cual no estaba autorizado por sus superiores a divulgar. Me sentí en una escena de Misión Imposible, solo faltaba el dam, dam, dam, dam daram dam, un poco más de kilos en mis bíceps y alguna cirugía reconstructiva en mi rostro para mejorar lo que hay. En ese ambiente de típico callejón oscuro hollywoodense, me confesó que ese individuo extraño que tanto me alarmaba, era él. Le pregunté asombrado el porqué de esa conducta y esta fue la explicación.

Había ingresado al recién creado Cuerpo Nacional contra la Corrupción. Con cara de orgullo me señaló que de acuerdo al Decreto de creación, la actuación de sus miembros es "clasificada como secreta y no podrá ser develada bajo ninguna circunstancia". Explicó que su labor era infiltrarse, descubrir a los corruptos y reportarlos a sus superiores. Un trabajo peligroso, pensé, por los enormes intereses de personas en el gobierno, que usarían todo el poder para aplastar al que les impidiera darse la gran vidurria que con tanto esfuerzo revolucionario lograron conseguir. Me aseguró que no tenía miedo, que estaba resteado y dispuesto a deslastrar a la revolución de ese cáncer. Me pareció muy loable y valiente su determinación. Finalmente le pregunté dónde estaba destacado desarrollando labores de inteligencia. Me comentó con una voz casi inaudible: "estoy en la autopista Francisco Fajardo a la altura de Altamira, disfrazado de vendedor de tostones, cocosette y cigarros detallados. Me llegó el pitazo de que van a vender los quemaítos de las Cadenas Presidenciales camuflados en estuches de Er Conde del Guácharo. Mi misión, impedir que algún corrupto se enriquezca con ese lucrativo negocio sin pagar nada al fisco". Ese es mi vecino, el de la Secreta.


martes, 2 de diciembre de 2014

La Barbie revolucionaria


Aquí Opinan
Lunes 01 de Diciembre de 2014
 |  11
TalCual


Aquí Opinan

La Barbie revolucionaria



TULIO RAMÍREZ



En Cuba fueron prácticos, como no había nada que comprar y menos ánimos para celebrar, optaron por eliminar las fiestas navideñas. Claro, siempre se tuvo como argumento irrebatible, so pena de cárcel al que adujera lo contrario, el recurso de la religión como opio del pueblo, la lucha contra la ideología mercantilista y toda la cháchara caletreada de los libros de Martha Harnecker y del Marx para principiantes de Rius. Se aparentaba una perfecta congruencia entre el discurso doctrinario y la medida de mandar al diablo a las fiestas decembrinas. Lo mismo se hizo con el Carnaval, la Semana Santa y todos los feriados que sugirieran pachangas y francachelas. El Comunismo cubano no se podía dar el lujo de conservar estos asuetos, ya que se abrían expectativas de consumismo en la población que no podían ser satisfechas por un gobierno que convirtió al país más pujante de América Latina en la década de los 50, en uno que vivía prácticamente de la caridad soviética.

En el caso de la revolución bonita la cosa ha sido diferente. Al igual que Cuba en el mercado no se consiguen ni alimentos básicos, pero el gobierno revolucionario y marxista no se ha atrevido todavía a eliminar los asuetos que aparecen en nuestro calendario como fiestas religiosas. Lo del opio del pueblo y toda esa jerigonza no se ha utilizado como argumento para hacer que los venezolanos le bajen dos al consumo de productos que no hay, y que si los hubiese, costarían un ojo de la cara con todo y lente de contacto. Por el contrario, el gobierno a contracorriente de sus inspiradores ideológicos, estimula el consumismo navideño, con medidas poco socialistas, o mejor dicho francamente capitalistas como el Dakazo en diciembre pasado y el Chinazo de hace pocos días.

Siguiendo esa misma política se anunció la importación de un contenedor lleno de Barbies que el gobierno asegura venderá a Bs 257 la unidad. O sea, más barata que un kilo de queso en Quinta Crespo. Imagino que este prototipo de belleza yanqui, le harán una reingeniería para adaptarla a los cánones estéticos de la revolución. Por ejemplo a la Barbie Ejecutiva la convertirán en Barbie Proletaria con su overol y martillo respectivo; a la Barbie Playera la convertirán en Barbie Sancochera con su ollita de aluminio y cucharon incluido; a la Barbie Doctora, la convertirán en Barbie Médico Integral con sus pastillitas envueltas en servilletas. A la Barbie Empresaria la convertirán en Barbie Mercal con su bolsita de pollo, harina y aceite. NI hablar del carrito, este será modelo chino y en vez de rosado, será rojo rojito. 

Por supuesto toda Barbie supone un Kent, pero el gobierno no ha anunciado su importación. Quizás no alcanzaron los recursos para este rubro. Pero para no dejar sin compañero a una revolucionaria tan coqueta, sugiero ofrecer un combo a bajo costo que incluya, además de la espigada catirita, al muñeco del galáctico, ya que es muy posible que una gran cantidad les haya quedado frío a los buhoneros. Esa será nuestra Barbie revolucionaria.

@tulioramirezc