lunes, 23 de febrero de 2015

Gracias Tal Cual

Aquí Opinan
Lunes 23 de Febrero de 2015
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TalCual


Aquí Opinan

Gracias TalCual



TULIO RAMÍREZ



Hace 9 años era uno de los tantos que querían dar a conocer su opinión sobre los sucesos que acontecían en la Venezuela de la época. No eran tiempos de total libertad de expresión, pero a diferencia de hoy, cualquiera elevaba su voz y siempre había un medio dispuesto a hacer que esa expresión llegara a lectores, televidentes o radioescuchas, sin más limitaciones que el rating o el tiraje. De vez en cuando mis escritos eran publicados en El Nacional o en TalCual, por supuesto siempre como pinch-hitter. Mi oportunidad se presentaba cuando el titular fallaba. Así que luego de enviado mi escrito, debía comprar el periódico todos los días hasta recibir la grata sorpresa de ver el trabajo publicado. Era muy cómico porque mi kioskero de confianza no entendía por qué pasaba temporadas comprando El Nacional, y luego, de un zopetón, cambiaba a TalCual. Esta promiscuidad siempre fue tema de conversación entre mis vecinos jubilados que a diario revisaban la prensa de gratiñán, a cuenta de hablar pendejadas con Jairo, un colombiano uribista y desplazado que se instaló en mi municipio para vendernos revistas, diarios, café, cigarros y chucherías.

En 2010 recibí una invitación a escribir de manera permanente en T
alCual. Tendría un espacio quincenal, en la sección Aquí Opinan. Desde ese día pasé de emergente ocasional a jugador regular. Mis escritos llegaban puntuales a las manos de Gloria Villamizar, mi coach en el periódico, quien me indicaba la próxima fecha de publicación y el tiempo límite para enviar el nuevo artículo. No la conozco personalmente, pero desde hace rato forma parte de mis amigas más consecuentes. Pero, todo tiene su final, nada dura para siempre, como dijo ese gran filósofo portorro llamado Héctor Lavoe. El 27 de febrero acaba la magia de llegar a mis poquísimos lectores a través de la tinta y el papel. La intolerancia fascista que se adueñó de nuestra patria, cierra otra ventana a la poca libertad que nos va quedando. Esta vez le tocó a TalCual. 

Ningún medio resiste tanto acoso por parte de un gobierno todopoderoso. Hicieron inviable al periódico gracias a estrambóticas demandas por el absurdo delito de corresponsabilidad por contenidos de artículos escritos por terceros. O sea, por no aplicar la autocensura sobre aquello que podría incomodar al poder. Pero aquí hay unos más iguales que otros. El domingo 15 de febrero revisando el diario "más popular de Venezuela" consigo que, además de traer 56 páginas a un costo irrisorio de 15 Bs y montones de propagandas del gobierno, trae una caricatura de Julio Borges con esta inscripción "a mí no me gustan los golpes, a mí me gustan los bombardeos", sugiriendo sin pruebas, que este Diputado tiene responsabilidad en el supuesto episodio del Tucano que, según el gobierno, pretendía el 16º intento de Magnicidio en menos de 24 meses. La pregunta que nos hacemos, ¿tendrá Borges la más mínima probabilidad de demandar y ganar a ese diario un litigio por difamación? Lo dudamos. Por lo pronto, gracias TalCual.


lunes, 9 de febrero de 2015

Manual del Patriota Cooperante

Aquí Opinan
Lunes 09 de Febrero de 2015
 |  11
TalCual


Aquí Opinan

Manual del Patriota Cooperante



TULIO RAMÍREZ



Cuando las cosas se ponen complicadas los consultores aconsejan la elaboración de un Manual de Procedimientos. Según esta filosofía por más compleja que una tarea sea, siempre habrá forma de simplificarla. La idea es hacer un algoritmo que oriente de manera sencilla, los pasos para lograr el objetivo que se espera. Mi sobrina cuando comenzó a trabajar en McDonald’s, lo primero que recibió como parte de su entrenamiento fue un minucioso Manual. Seguirlo al pie de la letra la ha llevado a ser la mejor empleada por lo menos por 5 meses consecutivos. Pero no solo a los gringos se les ha ocurrido la idea del manual, Venezuela no se ha quedado atrás. Por ejemplo, el Manual de Urbanidad y Buenas Maneras, escrito por el Profesor Carreño en 1853, sirvió de guía a los jóvenes y jóvenas (como dirían mis comandantes), para llevar con prestancia las reglas de civilidad y etiqueta que debían observarse en las diversas situaciones sociales. Ya hoy es un manual en desuso, las maneras de la revolución no tienen que ver en nada con esas debilidades pequeñoburguesas.

Hay que reconocer que los manuales son instrumentos útiles para llevar la vida de una manera eficaz y eficiente. Evitan la dispersión de esfuerzos, riesgos innecesarios y ayudan a dosificar las energías. En ese sentido nuestra contribución a la revolución consiste en la elaboración de un manual que sirva de guía para que los Patriotas Cooperantes, esos héroes anónimos que defienden al proceso a costa de su propia dignidad, puedan hacer su trabajo de manera impecable y sin riesgo. Cada vez son menos, por eso hay que cuidarlos.

Algunas instrucciones: a) Utiliza buenos modales, sé cortés, educado, sensato y racional, así nadie sospechara que eres un Patriota Cooperante; b) Si escuchas la palabra ¡Sapo!, no voltees, no te des por aludido; son tácticas que utilizan los enemigos de la revolución para descubrirnos; c) "Echar dedo" no puede asumirse literalmente, te pueden descubrir. Usa las nuevas tecnologías, un mensaje de texto al esbirro de confianza es más seguro; ¡ah! y no seas bolsa, no uses tu foto como avatar en el twitter; d) Al entregar a tus vecinos, incorpórate rápidamente al Comité de Solidaridad creado para lograr su libertad, ni el peliteñido de CSI Miami te podrá descubrir; e) cuando te eches palos con los camaradas, no alardees de tus servicios al proceso, mira que no hay revoluciones para siempre y al final uno nunca sabe con quién se emborracha; y, f) si te quieres destacar ante tus jefes, tira al pajón a un hijo, a un hermano, a tu padre, a tu madre o a la mismísima abuela. Inmediatamente te convertirás en seguro candidato al "Sapo de Oro", premio que se entregará a quien mejor haya prestado sus servicios. Esa contundente acción te dará derecho a participar en el sorteo de 4 litros de aceite de motor, 3 potes de leche y una foto autografiada por quien tú sabes. ¿Que qué pasará con tu dignidad? Pues no le pares, recuerda que en revolución lo primero es la lealtad. ¿Lo de la vía de escape? , eso lo hablamos después.