lunes, 30 de junio de 2014

!Y esa carta, desgraciada...!

Aquí Opinan
Lunes 30 de Junio de 2014
 |  17
TalCual


Aquí Opinan

¡Y esa carta, desagraciada...!



TULIO RAMÍREZ



E n Venezuela escribir una carta supone correr un riesgo. La época en que la correspondencia era inviolable pasó a la historia. La notita con el "me gustas mucho", que enviábamos a la que nos tenía la empalizada en el suelo, hoy no está exenta de la revisión que, por razones de Estado, se hace para evitar desestabilizaciones y conspiraciones. El gobierno se propuso no permitir que esta novena maravilla del mundo, o sea la revolución bolivariana, corra algún peligro. Así, un mensaje que diga "Estoy dispuesto a esperar una eternidad para verte en la salida y darte un regalo", puede ser interpretado por los acuciosos exégetas rojitos, como un llamado al magnicidio. Con un barajeo conveniente de palabras, pueden concluir que el verdadero mensaje fue "Estoy dispuesto a esperar que La Salida nos traiga el regalo de su eternidad". Con esto bastaría para acusar de magnicidas a la linda parejita y asegurarles por lo menos 20 años de cárcel, en celdas separadas y sin derecho a desodorante.

Hoy día ese peligro se acrecienta. La policía secreta, ya no tan secreta según algunos, está al acecho de cualquier comunicación que se emite en el país. Sea por teléfono fijo, celular o de guaralito y vasito, los mensajes están siendo interceptados, registrados y analizados por un equipo de expertos, fastidiados de estar anotando fechas de citas médicas, lugares donde están vendiendo la leche, excusas para llegar tarde a casa el viernes, datos de última hora para el 5 y 6, preguntas sobre si están pagando la pensión y los chismes sobre el jujú que hay entre la vecina del 6-A y el conserje del edificio. Otro equipo, más especializado, revisa los correos electrónicos y los twitter. Imagino que este grupo pedirá bonos extras por espiar los días feriados y fines de semana.
Nada más hacerle seguimiento a las cadenas donde se le pide un deseo al Divino Niño, que se concederá si en los próximos segundos se lo reenvías a 10 amigos, supone estar prestos a revisar miles de mensajes en pocos minutos. Pero eso no es nada, imagínense analizar los millones de twitter en los cuales se le anuncia a los venezolanos que "ahora sí es verdad". Eso ameritaría de un entrenamiento extra y sofisticado a base de las mejores técnicas orientales para el aguante sentado de tanta habladera de pendejadas en tan solo 140 caracteres.

Por supuesto, si la comunicación es de un ciudadano sospechoso de estar bravo con el gobierno, debe atenerse a las consecuencias. El 70% de la población debe estar pilas a la hora de redactar sus correos, aunque nadie está libre de que se los inventen y siembren como cualquier arma o droga. Si hay dudas sobre ello, preguntemos a los que les han hackeado las cuentas y les han montado mensajes, pinchado teléfonos o hurgado el facebook. Claro, si la carta es de Giordani o Navarro no pasa nada, no importa lo que diga. A lo sumo el alto gobierno cantará el estribillo nostálgico de aquella canción que entonaba Gualberto Ibarreto, que dice: ¡y esa carta, desgraciada, puño y letra de mi amada!".

@tulioramirezc

No hay comentarios:

Publicar un comentario