¡Parecen locos!
Joselo tenía un personaje que para más señas,
era un mendigo con un alto sentido de la crítica social, que cuando
analizaba las disparatadas actuaciones y argumentos esgrimidos en el
ambiente político de la época, concluía sentenciando con un dejo de
molestia y a viva voz el “¡Parecen locos!”.
Todo
lector mayor de 50 años debe recordar que el ya extinto cómico Joselo
tenía un personaje que utilizaba con frecuencia la expresión que titula
esta entrega. Para más señas, era un mendigo con un alto sentido de la
crítica social, que cuando analizaba las disparatadas actuaciones y
argumentos esgrimidos en el ambiente político de la época, concluía
sentenciando con un dejo de molestia y a viva voz el “¡Parecen locos!”.
Era esta su manera de denunciar las contradicciones, inconsistencias o
desapego a la realidad de los más conspicuos políticos de la democracia
representativa.
Si el mencionado personaje pudiera ser
caracterizado hoy, la expresión de marras tuviese que cerrar la mayoría
de los sketchs. Sin salto alguno, tanto el gobierno del
Comandantepresidente con sus recules y excentricidades, como el del
Presidenteobrero con sus medidas para enfrentar “la Guerra Económica” y
el embate de “la derecha fascista que lo quiere desalojar del poder”,
nos han deleitado con sus contradicciones e inconsistencias al momento
de promulgar sus políticas públicas. Ambos han sido merecedores de la
popular expresión.
En el gobierno del presidente fallecido
eran muy comunes los recules. Todos recordamos las ocasiones en las que
el país quedó desconcertado por los virajes de último minuto de
decisiones que se habían tomado tan solo horas o días antes. Para no
escudriñar mucho en la memoria echo mano de las tristemente celebres Ley
Sapo y la Ley de Educación Universitaria. Después que su mayoría en la
Asamblea Nacional las pontificaban como la expresión más acabada de la
legislación socialista y el país las daba por aprobadas, llegaba Chávez y
las vetaba sin mayores explicaciones. ¡Parecen locos! era la expresión
que cabía en ese momento.
Hoy las cosas no han cambiado mucho.
Ante la iniciativa de los Diputados opositores de promulgar una Ley que
les confiera la propiedad a los beneficiarios de la Gran Misión Vivienda
Venezuela, el gobierno y su bancada parlamentaria han saltado como
mapanare pisada por la cola, para negar ese instrumento legislativo.
Colocó el Presidente en su cuenta de twitter, "solo con la unión
pueblo-gobierno defenderemos el derecho a la vivienda. La Gran Misión
Vivienda Venezuela no se privatiza" (¿¿??). No sé si el lector advierte
la contradicción, pero sigamos adelante.
De acuerdo con esto para el gobierno el
derecho de propiedad atenta contra el derecho a tener una vivienda (¿?
¿?). Pero no contentos con ese insólito mensaje, llaman a los
beneficiarios a salir a la calle para manifestar su desacuerdo con que
le otorguen la titularidad de los inmuebles que hasta ahora les han
adjudicado (¿? ¿¿). Lo peor es que algunos pocos salieron a despotricar
de ese horrendo beneficio que se le pretende otorgar (¿?¿?), y otros
hasta colgaron una pancarta en uno de los edificios, que rezaba “no quiero ser dueño, no quiero ser propietario” (¿?¿?). Esto no es socialismo amigo lector, esto es surrealismo del siglo XXI. Parece cosa de locos.
Confieso que hasta ahora la lógica no me
ha dado para entender este barullo argumental. Lo más parecido a estos
sin sentidos, fueron aquellas declaraciones del para la época Ministro
de Educación Héctor Rodríguez que advertía a un grupo de muchachos que
la idea no era darle educación a los pobres para que después se metieran
a escuálidos. O aquellas del Ministro de Producción Agrícola y Tierras,
Castro Soteldo advirtiendo que no estaba planteado devolver a sus
legítimos dueños a Agroisleña porque “para atrás ni para coger impulso”.
Pero el asunto no es ese sino que horas antes había declarado a los
medios que se estaba estudiando su devolución (¿? ¿?).
En este socialismo bizarro cualquiera
con cinco dedos de frente se confunde fácilmente. Es el caso de la
amenaza presidencial de vetar la Ley que otorgase la propiedad de la
GMVV, o la bravuconada lanzada en la AN, advirtiendo que tal ley solo
prosperaría si lo derrocaban. Estas expresiones de uso arrogante del
poder, quedaron en veremos cuando hace tan solo unos días el gobierno
anunció que habilitará Registros Inmobiliarios para que se procedan a
registrar los títulos de propiedad de la GMVV (¿?¿¿). Se alegó que así
estaba previsto en el Decreto Presidencial número 8.143, con rango,
valor y fuerza de Ley que establece el Régimen de Propiedad de las
Viviendas de la GMVV, de fecha 6 de abril de 2011, promulgado por el
adalid de la propiedad, Hugo Chávez (¿?¿?). Un solo asunto: el Decreto
habla de propiedad familiar, pero no explica si es la extendida o la
nuclear. ¡Parecen locos!
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