lunes, 8 de febrero de 2016

¡Parecen locos!

Joselo-El pordiosero

Joselo tenía un personaje que para más señas, era un mendigo con un alto sentido de la crítica social, que cuando analizaba las disparatadas actuaciones y argumentos esgrimidos en el ambiente político de la época, concluía sentenciando con un dejo de molestia y a viva voz el “¡Parecen locos!”.
Todo lector mayor de 50 años debe recordar que el ya extinto cómico Joselo tenía un personaje que utilizaba con frecuencia la expresión que titula esta entrega. Para más señas, era un mendigo con un alto sentido de la crítica social, que cuando analizaba las disparatadas actuaciones y argumentos esgrimidos en el ambiente político de la época, concluía sentenciando con un dejo de molestia y a viva voz el “¡Parecen locos!”. Era esta su manera de denunciar las contradicciones, inconsistencias o desapego a la realidad de los más conspicuos políticos de la democracia representativa.

Si el mencionado personaje pudiera ser caracterizado hoy, la expresión de marras tuviese que cerrar la mayoría de los sketchs. Sin salto alguno, tanto el gobierno del Comandantepresidente con sus recules y excentricidades, como el del Presidenteobrero con sus medidas para enfrentar “la Guerra Económica” y el embate de “la derecha fascista que lo quiere desalojar del poder”, nos han deleitado con sus contradicciones e inconsistencias al momento de promulgar sus políticas públicas. Ambos han sido merecedores de la popular expresión.

En el gobierno del presidente fallecido eran muy comunes los recules. Todos recordamos las ocasiones en las que el país quedó desconcertado por los virajes de último minuto de decisiones que se habían tomado tan solo horas o días antes. Para no escudriñar mucho en la memoria echo mano de las tristemente celebres Ley Sapo y la Ley de Educación Universitaria. Después que su mayoría en la Asamblea Nacional las pontificaban como la expresión más acabada de la legislación socialista y el país las daba por aprobadas, llegaba Chávez y las vetaba sin mayores explicaciones. ¡Parecen locos! era la expresión que cabía en ese momento.

Hoy las cosas no han cambiado mucho. Ante la iniciativa de los Diputados opositores de promulgar una Ley que les confiera la propiedad a los beneficiarios de la Gran Misión Vivienda Venezuela, el gobierno y su bancada parlamentaria han saltado como mapanare pisada por la cola, para negar ese instrumento legislativo. Colocó el Presidente en su cuenta de twitter, "solo con la unión pueblo-gobierno defenderemos el derecho a la vivienda. La Gran Misión Vivienda Venezuela no se privatiza" (¿¿??). No sé si el lector advierte la contradicción, pero sigamos adelante.

De acuerdo con esto para el gobierno el derecho de propiedad atenta contra el derecho a tener una vivienda (¿? ¿?). Pero no contentos con ese insólito mensaje, llaman a los beneficiarios a salir a la calle para manifestar su desacuerdo con que le otorguen la titularidad de los inmuebles que hasta ahora les han adjudicado (¿? ¿¿). Lo peor es que algunos pocos salieron a despotricar de ese horrendo beneficio que se le pretende otorgar (¿?¿?), y otros hasta colgaron una pancarta en uno de los edificios, que rezaba “no quiero ser dueño, no quiero ser propietario” (¿?¿?). Esto no es socialismo amigo lector, esto es surrealismo del siglo XXI. Parece cosa de locos.

Confieso que hasta ahora la lógica no me ha dado para entender este barullo argumental. Lo más parecido a estos sin sentidos, fueron aquellas declaraciones del para la época Ministro de Educación Héctor Rodríguez que advertía a un grupo de muchachos que la idea no era darle educación a los pobres para que después se metieran a escuálidos. O aquellas del Ministro de Producción Agrícola y Tierras, Castro Soteldo advirtiendo que no estaba planteado devolver a sus legítimos dueños a Agroisleña porque “para atrás ni para coger impulso”. Pero el asunto no es ese sino que horas antes había declarado a los medios que se estaba estudiando su devolución (¿? ¿?).

En este socialismo bizarro cualquiera con cinco dedos de frente se confunde fácilmente. Es el caso de la amenaza presidencial de vetar la Ley que otorgase la propiedad de la GMVV, o la bravuconada lanzada en la AN, advirtiendo que tal ley solo prosperaría si lo derrocaban. Estas expresiones de uso arrogante del poder, quedaron en veremos cuando hace tan solo unos días el gobierno anunció que habilitará Registros Inmobiliarios para que se procedan a registrar los títulos de propiedad de la GMVV (¿?¿¿). Se alegó que así estaba previsto en el Decreto Presidencial número 8.143, con rango, valor y fuerza de Ley que establece el Régimen de Propiedad de las Viviendas de la GMVV, de fecha 6 de abril de 2011, promulgado por el adalid de la propiedad, Hugo Chávez (¿?¿?). Un solo asunto: el Decreto habla de propiedad familiar, pero no explica si es la extendida o la nuclear. ¡Parecen locos!

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