lunes, 12 de agosto de 2013

Darthveider Montiel

Aquí Opinan
Lunes 12 de Agosto de 2013
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TalCual


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Darthveider Montiel



TULIO RAMÍREZ



Darthveider Montiel es un zuliano que llegó a Caracas buscando mejorar la vida. Era un día de agosto de 2010 cuando, después de bajarse del bus que lo trajo de su querida Machiques, se dirigió al Mercado de Coche a encontrarse con su primo Odaldrico Itriago, quien le había ofrecido trabajo como caletero de la mercancía que llegara a ese rudo lugar ubicado en el suroeste de la ciudad. Entre guacales de plátanos y cambures, sacos de ñame y pimentón, ristras de ajo y manojos de jojotos, Darthveider pasaba el día.Llegaba a las 3 de la madrugada, presto a descargar los comestibles que llegaban a la capital de los distintos rincones del país. A las 5 de la tarde ya no podía con su alma. Muerto de sueño y cansancio se iba a la pensión de la esquina El Carmen en la avenida Baralt, se tumbaba en la cama para levantarse a las 2 am gracias al despertador comprado en la tienda de los chinos. Esa era su rutina.

Desde el lunes hasta el sábado al mediodía Darthveider y su carrucha eran un solo hombre, y nadie les ganaba en eficiencia y prontitud. Los sábados en la tarde se iba al Taller Mecánico de su paisano Juan de Dios y, entre cervecita y cervecita, moldeaba en el Torno piezas mecánicas que le sacaban la pata del barro al Juancho, cuando no encontraba piezas por la escasez de repuestos en el país.

Poco a poco fue mejorando en el Torno. Sus trabajos eran cada vez más complejos aunque con las inevitables fallas que da la autoformación no sistemática en el oficio. Total, se ganaba la vida caleteando y lo del Taller era a ratos. Un día Juan de Dios lo entusiasmó a estudiar tornería. Con la práctica que había adquirido, podía perfeccionarse, sacar su título de Obrero Especializado y conseguir un trabajo mejor remunerado y menos demoledor que empinarse al hombre sacos de 60 kilos para descargarlos en la carrucha y trasladarlos a otro sitio para volverlos a tomar en peso y entregarlos al comprador. La idea no era mala, lo pensó varios días, hasta que se decidió después de recibir una paliza cuando una madrugada se trasladaba al trabajo. Le robaron lo que llevaba para el almuerzo, además de un poco de su dignidad.

Se trasladó es misma tarde al Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES), para inscribirse en el curso de Tornería. Fue recibido por un funcionario vestido con una franela roja, chaleco de corresponsal de guerra color beige y brazalete tricolor. Al preguntar sobre los cursos, el funcionario de marras le respondió que ya en el INCES no se formaba mano de obra barata para el capitalismo, que en todo caso podía recibir cursos de Marxismo, de Socialismo del Siglo XXI, o el curso especial "El Árbol de las Tres Raíces para Principiantes", o podía ser el primer inscrito en el recién diseñado "Pensamiento Bolivariano del Comandante Eterno". Por fracciones de segundos Darthveider se vio caleteando por el resto de su vida, obligado a ir a marchas y llamado a golpear opositores. Su respuesta fue muy zuliana: "¡Vergación, yo solo quería salir de abajo, no hundirme más, chao!".

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