lunes, 1 de julio de 2013

La Plata o la Autonomía

Aquí Opinan
Lunes 01 de Julio de 2013
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TalCual


Aquí Opinan

¡La plata o la autonomía!



TULIO RAMÍREZ



Con el tema del aumento salarial el ministro Pedro Calzadilla ha hecho que muchos profesores universitarios se sientan como la secretaria de la propaganda aquella, a quien un pajarito se le posa en la cabeza y dándole repetidas veces con el pico, le remueve la conciencia con aquel dilema hamletiano que reza "la deuda o las lolas, la deuda o las lolas, las lolas, las lolas". Claro, en este caso el dilema para estos profesores sería: "¿la plata o la autonomía?, ¿la plata o la autonomía?". La diferencia entre la pieza publicitaria y la realidad del conflicto universitario, es que en el primero, el dilema desaparece cuando el pajarito deja de fastidiar a la linda secretaria, quizás por la falta de interés por la deuda o por las lolas. En el segundo, el pajarito sí tiene un interés real por uno de los términos del dilema, por la autonomía. El ministro, valiéndose de las penurias de los catedráticos por los ridículos sueldos que perciben, trata de hacer caída y mesa limpia con las universidades. El funcionario de marras, hizo pública una tabla salarial con incrementos aparentemente tentadores. La misma fue aprobada en el marco de la discusión de una Normativa Laboral que entierra la autonomía universitaria. Es menester señalar que esa Normativa antiautonómica está siendo acordada con sindicatos y federaciones que no representan ni a los profesores de las instituciones donde estos "dirigentes" trabajan. Lo cierto es que este anuncio ha generado preocupación en algunos profesores. A Gilberto, docente e investigador ucevista con 14 años de servicio, la jugada le sonó perfecta y me aseguró, con aire de analista político, lo siguiente: "si los profesores se lanzan de planchón sobre ese aumento, nos encasquetarán la Normativa Laboral sin anestesia". A su criterio, el ministro, en una jugada riesgosa, apostó por la desesperación de los colegas y, seguramente, en la intimidad de sus pensamientos razonaría: "si aceptan la Tabla Salarial, la cual deben aceptar si no quieren que los boten de la casa, automáticamente estarán aceptando la Normativa con sus clausulas venenosas, y si lo hacen, ¡ay papá!, misión cumplida micomandantepresidentedondequieraqueeste, su deseo al final se hará realidad gracias a este humilde combatiente.Chao a la autonomía universitaria y larga vida para mí como ministro".

Nuestro querido profesor después de ese soliloquio y luego de un breve tiempo con la mirada perdida, saltó como picado por un mosquito y con cara de haber sido imputado por Diosdado y Carreño, soltó lo siguiente, "se equivoca el ministro si cree que nos va a chantajear con ese aumento de sueldo que, si a ver vamos no es tal, sino el pago de una deuda atrasada y con respecto a esa Normativa, deseos no preñan.

La autonomía no se vende por un plato de lentejas, la defenderemos hasta el final". Creo, señor ministro, después de esta conversación, que los profesores no caerán en ese falso dilema que usted nos lanza como peine. ¡La plata la merecemos y no regalaremos la autonomía!

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