Bonifacia, la Bruja de Casalta
Ante el desconcierto de sus clientes, explica,
“no me malinterpreten, hay que tener FE, o sea, Familia en el Exterior
para que les manden dólares y se llenen cambiándolos por bolívares”. Más
claro imposible.
Por
su tez morena y manera de hablar muchos piensan que es oriunda del
Departamento del Chocó, tierra colombiana ubicada en la región del
pacífico al noroeste de ese país; otros asumen que es de San Pedro de
Macorís, cuna de peloteros dominicanos, pero nos aclara que es más
venezolana que Maduro por ser oriunda de Petaquire, hermosa tierra del
estado Vargas. Comenta que luego de culminada la primaria sus padres la
mandaron a Caracas para continuar estudios. La alojaron donde una tía
que vivía en el Barrio El Observatorio, allá en Catia. Transcurrió su
adolescencia entre fuma tabacos, santeros, magos, paleros, charlatanes y
adivinos de todo pelaje.
Cursó estudios hasta el primer año de
bachillerato. Se retiró cuando salió embarazada del Nelsito, el
mascalacahimba del Barrio. Su tía la botó de la casa y paró donde
Wilerma, una amiga de Casalta, lugar donde aún habita junto al fruto de
sus amoríos, el hoy vendedor de menjunjes y yerbas milagrosas, Engelbert
José. Mi primer contacto fue a través de una amiga común. Eran tiempos
en los que el mal de amores azotaba las entrañas de mi alma adolescente.
Me advirtió en esa primera consulta que no insistiera con la Yuleysi.
Desistí, y hoy se lo agradezco. El que fue amor de mi vida hoy tiene 5
muchachos de por lo menos 3 padres conocidos, y solo ella sabe el orden
de paternidad.
¿Cuándo descubrió esas habilidades
esotéricas y artes adivinatorias?. Nos dice que fue precisamente el 04
de febrero de 1992, cuando el fallido Golpe de Estado del Galáctico. La
despertaron a las 3 am los disparos. La situación era confusa, nadie
sabía que pasaba. De repente le pasó por la mente una suerte de película
en tecnicolor. Era la imagen de Chávez, a quien en su vida había visto,
recibiendo la banda Presidencial. Cuando Chávez aparece en la TV
anunciando el Por Ahora, ella comentó su experiencia extrasensorial y
todos la tildaron de loca. Años después su fama de vidente trascendió
Casalta.
Hoy Bonifacia no se da abasto para
atender a su numerosa clientela. Acuden de todas las clases sociales. De
repente se ve llegar a una dama señorona con su perrito en brazos,
acompañada por un par de individuos vestidos como los Hombres de Negro.
Su interés, buscar ayuda para espantar a esa secretaria de 27 años que
tiene embobado al marido de 62. De igual manera se presenta una humilde
ancianita dispuesta a pagar lo que sea por el trabajito que permita que
su nieto se aparte de las malas juntas que lo están llevando por el
camino de la perdición, o sea, el de Tocorón.
También la han consultado políticos de
un bando y de otro. En no pocas oportunidades han coincidido en la sala
de espera. Por lo general exigen consultas a domicilio, pero en eso
Bonifacia no ha cedido. La ciudad está muy peligrosa como para estar
saliendo a visitar clientes. Ella garantiza que los chamos del barrio
les cuiden el carro, pero hasta allí. Es célebre su cuento acerca del
día en que coincidieron los dos candidatos a la Alcaldía Mayor. Ambos
salieron cabizbajos. Ya todos deben saber quiénes eran. Para más señas
se trata del que perdió y del que fue apresado para que no gobernara.
La crisis también le ha pegado a
Bonifacia. Ha tenido que ajustar las tarifas desacatando la Ley de
Precios Justos. Siempre recuerda el día que la visitó un fiscal de la
Sundde. Temía que la multara por haber elevado los honorarios por la
consulta. Pero no, el muy sufrido buscaba consejos para levantarse a una
Fiscal de Tránsito que lo tenía con la empalizada en el suelo como
dicen en mi querida Chacopata. Para los que creen que la crisis no
afecta a los que tienen palanca con las alturas, les comento que
Bonifacia para garantizar su sustento diario se ha visto obligada a dar
consultas fiadas, o a cambio de paquetes de arroz, harina de maíz y
hasta por vales a 30 días con un pequeño interés del 12%.
Vale la pena comentar mucha gente va a
su consultorio buscando salida a la peladera en que se encuentran. Como
Bonifacia no hace milagros, les da un consejo muy terrenal diciéndoles
“señores hay que tener FE, y si es mucha, mejor”. Ante el desconcierto
de sus clientes, explica, “no me malinterpreten, hay que tener FE, o
sea, Familia en el Exterior para que les manden dólares y se llenen
cambiándolos por bolívares”. Más claro imposible. Esa es Bonifacia, la
Bruja de Casalta, una Bruja con los pies en la tierra.
PD: Por cierto, Bonificia le solicita a
su distinguida clientela que no le sigan pidiendo que prediga lo que
todo el mundo sabe que pasará.
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