El pueblo se equivoca, el Partido no
Estos remedos de santurrones se pretenden el
alfa y el omega de la humanidad. Quién no piense como ellos, está
irremediablemente en contra del camino hacia el paraíso socialista. Si
alguno cree que exagero pues fíjese en las reacciones de los líderes
rojitos
Si
algo ha caracterizado a los comunistas en todas las épocas, es el
asumirse dueños de la verdad. Para el imaginario marxista ese don de la
sabiduría los ha autorizado para guiar a las masas hacia su redención
definitiva. Más que revolucionarios que analizan científicamente la
realidad, parecen predicadores remueve culpas de domingo en la mañana,
tal como diría mi difunta comadre Dora Molina, al referirse a quienes
alteraban con un timbrazo, el desarrollo natural del ratón producido por
la juerga de la noche anterior. ¡Un total fastidio!.
Estos remedos de santurrones se
pretenden el alfa y el omega de la humanidad. Quién no piense como
ellos, está irremediablemente en contra del camino hacia el paraíso
socialista. Si alguno cree que exagero pues fíjese en las reacciones de
los líderes rojitos ante la soberana tunda recibida el 6D. Nunca
asumieron la culpa de la debacle del 6D. Todo el ganso se lo echaron a
sus “infieles compatriotas”, quienes se habrán dejado engañar por
quienes no siguen al profeta y su legado.
El primero fue Nicolás. Dijo que ese
revolcón electoral fue producto de una confusión del pueblo que cayó
bajo los efectos de una especie de burundanga colectiva que le echó la
oposición. En su alocución prácticamente se compadecía de la ignorancia
de un pueblo que siguió a esos falsos profetas y desviándose del camino
de la luz representada por él en nombre de Chávez. Pero volverán al
rebaño, sostenía el heredero, cuando se den cuenta de que la verdad está
en su verbo y no en el de los apátridas.
El actual presidente de la AN no fue
menos. Se encargó de remover la culpa de los chavistas traidores a la
memoria del difunto. Les echó en cara que tal equivocación les traerá
consecuencias y posterior arrepentimiento. Sin embargo la bondad de la
revolución los acogerá nuevamente en su seno, cuando recapaciten y
regresen solícitos a los brazos del señor…..Maduro. Como buen apóstol,
manifestó que se mantendrá en su predicamento. Entendemos que llevando
la palabra de la revolución a las catacumbas de la calle como dijo
Bernal en Vladimir a la 1.
Otro que alegó algo parecido fue el
refinado Embajador Roy Chaderton. Expuso ante los periodistas que el
rebaño se dispersó por la hegemonía mediática de quienes son enemigos
del “proyecto”. Vuelve la tesis de un pueblo que, como los judíos
liberados por Moisés, se apartaron del camino verdadero para seguir
ídolos falsos y sucumbir ante las engañosas promesas de quienes,
ayudados por el imperio (o sea Satán), lavaron el débil cerebro de los
seguidores del Comandante Eterno y su representante en la tierra,
Nicolás Maduro.
Finalmente, y en orden descendente
porque no se trata de un apóstol, el candidato perdedor Pérez Pírela
señaló en el programa que transmite en el “canal de todos los
venezolanos”, que la oposición debe entender que esos votos que le
dieron la victoria, no son suyos. Según este ideólogo de la iglesia que
fundó Chávez, los que votaron por la oposición son chavistas extraviados
que más temprano que tarde volverán a la feligresía revolucionaria
cuando se den cuenta del desvarío cometido.
El mensaje es claro. La oposición que no
se haga ilusiones. La grey es esencialmente chavista y por lo tanto
devota del comandante, su legado y sus apóstoles. Bastará la palabra del
alto clero dojo, dojito, para sacarlos del embrujo y la penitencia por
tal inconsecuencia será ir de rodillas desde Plaza Venezuela hasta el
Cuartel de la Montaña repitiendo por todo el camino: “más nunca lo haré,
lo juro Chávez, más nunca”. Así serán perdonados y recensados en el
PSUV, el Partido que puede pensar por usted.
En conclusión, para estos marxistas, si en política hay alguien que se equivoca, siempre será el pueblo, el Partido no.
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