lunes, 7 de septiembre de 2015

Puertas marcadas y cuentas mal sacadas

Puertas marcadas y cuentas mal sacadas

Casa marcada

La pregunta: ¿el grueso del contrabando de extracción pasa en camiones por el puesto fronterizo a la vista complaciente de los uniformados o por las trochas y caminos inhóspitos sobre los hombros de los que lo han hecho toda la vida?. Al parecer marcaron las puertas de los que no son, o si son, son los que menos son
 
Narra el Viejo Testamento que Yahvé castigó a los egipcios con diez plagas. El motivo, la negativa del Faraón a liberar al pueblo hebreo y permitirles su traslado a la tierra prometida. Esta lectura, que está en el segundo libro del Pentateuco conocido como El Éxodo, detalla cada uno de estos castigos. En esos tiempos no existía el bachaqueo por lo que mal se pudo haber esgrimido como excusa para impedir la libertad de tránsito a los antecesores de Jesús. Embriagado de poder, el Faraón no hizo caso de las advertencias de Moisés y Aron, por considerarlos cuartorepublicanos, desestabilizadores y golpistas.

Su tozudez y prepotencia lo llevaron a subestimar el poder de Dios y no le paro ni media bola a esos pelucones y barbudos de la oposición. El resultado, le cayeron las diez plagas a los egipcios y no fue hasta cuando se vio con el agua al cuello que accedió a abrir la frontera para que los hebreos migraran con sus corotos y sus gallinas hacia el desierto. Desde ese entonces a todo aquel que no dé pie con bola o si por donde asome la cabeza recibe un tablazo, se le dice que le cayeron las Siete Plagas de Egipto. Como pueden observar hay un problema de contabilidad en el inventario del maleficio. Fueron diez según algunos, pero otros aseguran que fueron siete. Siempre ha habido un problema de conciliación contable al que ningún contralor le ha querido meter el diente. Para algunos fue la primera cuenta mal sacada.

Lo importante es recordar que una de estas plagas, quizás la más terrible, fue la muerte de todos los primogénitos de Egipto. De hecho fue con la que se cerró el noveno, porque las anteriores no le hicieron mella a la voluntad del primer mandatario. Cuenta esta bíblica narración que la parca iba a hacer caída y mesa limpia esa noche y se llevaría por los cachos a todos los primeros hijos varones nacidos en esa jurisdicción, incluyendo al del Faraón. Pero la guadaña se abstuvo de dar matarile a los hijos de los hebreos, porque recibió una advertencia de Yahvé. No debía entrar a las casas cuyas puertas estaban marcadas con sangre de cordero. Ese fue el primer marcaje de puertas que la historia conoce. En este caso, se hizo para salvar la vida de los sectores mas oprimidos de esa población. Al día siguiente de esa indudable demostración de poder divino, el Faraón viendo a su hijo muerto, reculó y decretó la liberación de los hebreos. Ese es el primer recule presidencial del que da cuenta la Historia.

Otro episodio famoso por el marcaje de puertas, es el que se hizo en 1933 contra los negocios de judíos en Alemania. Las fuerzas paramilitares nazis conocidas como las SA o Sturmabteilung, aquí se conocen como Colectivos, pintaron Estrellas de David con inscripciones insultantes en contra de los judíos y advertían a la gente que negociar con esos “mercaderes chupasangre que arruinaban la economía alemana”, era un delito de lesa patria. El boicot según los nazis, era una represalia contra los judíos alemanes y extranjeros por las historias de atrocidades que creaban a través de la prensa internacional, con la antipatriótica intención de dañar la imagen del Tercer Reich. Un afecto a la revolución bolivariana remataria esta narración diciendo: “o sea, como te explico, era la guerra mediática ligada con la guerra económica adelantada por esos pelucones, pues”.

Ese marcaje de puertas fue la cuota inicial de lo que posteriormente se denunciaría ante el mundo como El Holocausto. Millones de judíos fueron deportados y otros tantos fueron asesinados y torturados en campos de concentración, en nombre de la superioridad aria. Así, un pueblo culto, trabajador y honesto se volcó en una vorágine de irracionalidad a seguir los cantos de sirena de un loco de carretera que prometía llevar al pueblo alemán a cumplir un fulano destino manifiesto. Por supuesto, todo esto fue posible gracias a la inexistencia de independencia de los poderes. Los Tribunales sentenciaban siempre a favor del régimen y el Parlamento se convirtió en una laguna de focas que se autoanuló al aprobar leyes habilitantes, para otorgar podres extraordinarios ilimitados a quien a la larga sería el sepulturero del pueblo alemán. Estos terribles sucesos han sido suficientemente documentados, sin embargo el ex presidente iraní Mahmud Ahmadineyad alega que esas cuentas de muertes fueron mal sacadas. Que lo del Holocausto es una exageración y que todo fue una show mediático inventado por los judíos.
El tercer episodio es más reciente. Bajo el argumento de combatir el contrabando y el paramilitarismo, el gobierno venezolano cerró el paso fronterizo a Colombia ubicado en el estado Táchira. Esta es una frontera muy flexible, se adapta a las circunstancias sobre todo si ellas son electorales en el lado venezolano. Pero ese no es el asunto. Resulta que la medida de cierre vino acompañada de la deportación de ciudadanos colombianos y la demolición de sus casas, previa marcación de puertas por parte de las autoridades venezolanas. De este lamentable y vergonzoso suceso que recuerda un pasado del que nadie se quiere acordar, ya hoy se demuestra que las cuentas que lo justificaron estuvieron mal sacadas.
Argumentó el gobierno venezolano que ese bachaqueo al menudeo generaba el desabastecimiento en el país. Sin embargo, curiosos como el Dr. Antonio Machado Allison, honorable miembro de la prestigiosa Academia Nacional de Ciencias Física, Matemática y Naturales, publica en su Facebook la siguiente cuenta: si una gandola de las muchas que pasan por esa frontera, carga 12 toneladas de mercancía (12.000 Kilos), para pasar la misma mercancía por las trochas se necesitarían por lo menos 2.000 personas, cargando un promedio de 6 kilos por cabeza. Considerando que diariamente pasan frente a los ojos de los custodios militares de la frontera un promedio de 30 gandolas cargando 360.000 kilos de productos nacionales, se necesitarían diariamente 60.000 personas para pasar la misma cantidad. La pregunta: ¿el grueso del contrabando de extracción pasa en camiones por el puesto fronterizo a la vista complaciente de los uniformados o por las trochas y caminos inhóspitos sobre los hombros de los que lo han hecho toda la vida?. Al parecer marcaron las puertas de los que no son, o si son, son los que menos son.

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