Puertas marcadas y cuentas mal sacadas
La pregunta: ¿el grueso del contrabando de
extracción pasa en camiones por el puesto fronterizo a la vista
complaciente de los uniformados o por las trochas y caminos inhóspitos
sobre los hombros de los que lo han hecho toda la vida?. Al parecer
marcaron las puertas de los que no son, o si son, son los que menos son
Narra el Viejo Testamento que Yahvé
castigó a los egipcios con diez plagas. El motivo, la negativa del
Faraón a liberar al pueblo hebreo y permitirles su traslado a la tierra
prometida. Esta lectura, que está en el segundo libro del Pentateuco
conocido como El Éxodo, detalla cada uno de estos castigos. En esos
tiempos no existía el bachaqueo por lo que mal se pudo haber esgrimido
como excusa para impedir la libertad de tránsito a los antecesores de
Jesús. Embriagado de poder, el Faraón no hizo caso de las advertencias
de Moisés y Aron, por considerarlos cuartorepublicanos,
desestabilizadores y golpistas.
Su tozudez y prepotencia lo llevaron a
subestimar el poder de Dios y no le paro ni media bola a esos pelucones y
barbudos de la oposición. El resultado, le cayeron las diez plagas a
los egipcios y no fue hasta cuando se vio con el agua al cuello que
accedió a abrir la frontera para que los hebreos migraran con sus
corotos y sus gallinas hacia el desierto. Desde ese entonces a todo
aquel que no dé pie con bola o si por donde asome la cabeza recibe un
tablazo, se le dice que le cayeron las Siete Plagas de Egipto. Como
pueden observar hay un problema de contabilidad en el inventario del
maleficio. Fueron diez según algunos, pero otros aseguran que fueron
siete. Siempre ha habido un problema de conciliación contable al que
ningún contralor le ha querido meter el diente. Para algunos fue la
primera cuenta mal sacada.
Lo importante es recordar que una de
estas plagas, quizás la más terrible, fue la muerte de todos los
primogénitos de Egipto. De hecho fue con la que se cerró el noveno,
porque las anteriores no le hicieron mella a la voluntad del primer
mandatario. Cuenta esta bíblica narración que la parca iba a hacer caída
y mesa limpia esa noche y se llevaría por los cachos a todos los
primeros hijos varones nacidos en esa jurisdicción, incluyendo al del
Faraón. Pero la guadaña se abstuvo de dar matarile a los hijos de los
hebreos, porque recibió una advertencia de Yahvé. No debía entrar a las
casas cuyas puertas estaban marcadas con sangre de cordero. Ese fue el
primer marcaje de puertas que la historia conoce. En este caso, se hizo
para salvar la vida de los sectores mas oprimidos de esa población. Al
día siguiente de esa indudable demostración de poder divino, el Faraón
viendo a su hijo muerto, reculó y decretó la liberación de los hebreos.
Ese es el primer recule presidencial del que da cuenta la Historia.
Otro episodio famoso por el marcaje de
puertas, es el que se hizo en 1933 contra los negocios de judíos en
Alemania. Las fuerzas paramilitares nazis conocidas como las SA o Sturmabteilung, aquí se conocen como Colectivos, pintaron
Estrellas de David con inscripciones insultantes en contra de los
judíos y advertían a la gente que negociar con esos “mercaderes
chupasangre que arruinaban la economía alemana”, era un delito de lesa
patria. El boicot según los nazis, era una represalia contra los judíos
alemanes y extranjeros por las historias de atrocidades que creaban a
través de la prensa internacional, con la antipatriótica intención de
dañar la imagen del Tercer Reich. Un afecto a la revolución bolivariana
remataria esta narración diciendo: “o sea, como te explico, era la
guerra mediática ligada con la guerra económica adelantada por esos
pelucones, pues”.
Ese marcaje de puertas fue la cuota
inicial de lo que posteriormente se denunciaría ante el mundo como El
Holocausto. Millones de judíos fueron deportados y otros tantos fueron
asesinados y torturados en campos de concentración, en nombre de la
superioridad aria. Así, un pueblo culto, trabajador y honesto se volcó
en una vorágine de irracionalidad a seguir los cantos de sirena de un
loco de carretera que prometía llevar al pueblo alemán a cumplir un
fulano destino manifiesto. Por supuesto, todo esto fue posible
gracias a la inexistencia de independencia de los poderes. Los
Tribunales sentenciaban siempre a favor del régimen y el Parlamento se
convirtió en una laguna de focas que se autoanuló al aprobar leyes
habilitantes, para otorgar podres extraordinarios ilimitados a quien a
la larga sería el sepulturero del pueblo alemán. Estos terribles sucesos
han sido suficientemente documentados, sin embargo el ex presidente
iraní Mahmud Ahmadineyad
alega que esas cuentas de muertes fueron mal sacadas. Que lo del
Holocausto es una exageración y que todo fue una show mediático
inventado por los judíos.
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