lunes, 9 de septiembre de 2013

Magnicida con moto propia

Aquí Opinan
Lunes 09 de Septiembre de 2013
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TalCual


Aquí Opinan

Magnicida con moto propia



TULIO RAMÍREZ



 Vamos a comenzar a aclarar las cosas, sobre todo para aquéllos cuya paranoia los induce a ver magnicidas en todas las esquinas de Caracas. Nunca he estado de acuerdo con los magnicidios contra ningún Presidente, ni siquiera contra el Presidente del Club de Fans de los Leones del Caracas (larga vida a Mari Montes o a quien hoy día ejerza tan importante magistratura). Es cierto que amigos me comentan que cuando se ha tratado de Tiranos la cosa cambia, pero la verdad no estoy muy de acuerdo con eso de que hay delitos buenos y delitos malos. El respeto a la vida ajena no puede tener raseros diferentes dependiendo de quién se trate. Precisamente por esos criterios diferenciales se ha justificado darle guataco por las orejas a muchos mandatarios en el mundo, aun siendo demócratas comprobados como el caso de Kennedy en EUA o la Primera Ministra de Pakistán Benazir Bhutto.

En el caso de Venezuela he tenido conocimiento de solo dos casos comprobados de magnicidio fallidos. El perpetrado por Trujillo contra Rómulo Betancourt en 1960, y el intento contra CAP llevado a cabo por las huestes de Hugo Chávez el 4F de 1992. Sobre ambos casos hay evidencias que no dejan dudas sobre la intención de despachar a mejor vida a ambos presidentes. Después de esos episodios se han anunciado muchos intentos pero con muy pocas o ninguna prueba. La cuenta la he perdido, pero creo que Chávez anunció no menos de diez intentos de magnicidio. La primera fue aquella presentación en TV de la Bazooka magnicida y la persecución de un borrachito guaireño, otra fue la de los muchachos colombianos que agarraron en la Finca Daktari acusados de querer llegar uniformados de paramilitares a Caracas, montar un campamento en el Parque del Este, prender una fogata, asar malvaviscos y después ir a Miraflores a tirarle un bombazo al Presidente. La última fue la de aquel panameño que agarraron con una libretica donde se borroneaba el Plan Magnicida al lado de una lista de encargos por comprar en el mercado de El Cementerio. Al final del juego, cero hits, cero error y cero carreras. Ni presos, ni armas, ni pruebas.

Con Maduro sigue la tradición. En menos de tres meses de gobierno ya ha dado cuenta de tres planes de magnicidio. Que me perdonen los cuerpos de inteligencia, pero uno más risible que el otro. El último es de antología. A los presuntos magnicidas los apresaron en un hotel de mala muerte con 2.500 Bs. en la cartera y unos tickets ida y vuelta del Metro. Con tan sofisticada logística era indudable que el Presidente corría un real peligro. Ni a Ethan el de Misión Imposible se le ocurriría camuflajearse haciéndose pasar como el más pendejo de los pendejos. Otro dato curioso es que les decomisaron unas fotos de Maduro y Diosdado, o sea, no conocían al Presidente (¿raro eso no?). Los maledicentes de siempre dicen que es un parapeto montado desde el gobierno por las elecciones de diciembre. No lo sé, pero si es así, les recomiendo que se busquen un magnicida con moto propia, digo para que no se vea tan burdo el montaje.


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