lunes, 13 de mayo de 2019

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Listo para el retiro, por Tulio Ramírez


No apreciado lector, no comentaré sobre una gloria del deporte que termina su carrera. Les pido que sigan la historia de lo aquí narrado para que tenga sentido. Lo primero es que estamos en el país de “lo más seguro es que quien sabe”. La falta de información “de lado y lado”, como gusta pontificar a los que pretenden pasar por el charco sin embarrarse los zapatos, ha incrementado los niveles de incertidumbre en una población que mayoritariamente está pidiendo que le dibujen el norte de las acciones que le piden realizar, bien sea para mantener a este impresentable régimen, o bien para salir de él.
Los días 30 de abril y 1 de mayo son ejemplo de ello. Después del entusiasmo inicial por el video que mostraba militares, a un Leopoldo libre y un Guaidó con una sonrisa pepsodent de seguridad absoluta de lo que se estaba haciendo, todavía hoy 13 de mayo nadie sabe a ciencia cierta qué fue lo que pasó realmente. La reacción de la gente que acudió al su llamado fue más o menos esta: “¿y para qué me convocaron a salir a la calle diciéndome que ahora si es de verdaíta, para luego volverme a casa como si nada hubiera pasado?”
Sobre lo sucedido ha habido muchas versiones. Unos explican que lo que pasó fue que a Guaidó lo iban a poner preso y por eso se lanzó para evitarlo. Esa explicación no convence a nadie, porque igual lo podían poner preso un día antes o uno después, y nada de eso ha ocurrido. Desde el exterior nos dicen que la cosa iba bien, pero los comprometidos se echaron para atrás a última hora.
Otros, “metidos en política”, dijeron que había un avión con los motores encendidos esperándolo para sacarlo del país, cosa que al final no se produjo porque el otro jefe del país lo impidió. ¡O nos salvamos los dos o nos jodemos los dos, tu a mí no me dejas en la estacada!, es la versión de los que cuando echan el cuento pareciera que estaban cargando la maleta de Nicolás, si no es así como se entiende haber escuchado con lujo de detalles tal conversación.
Hay una versión más a lo “James Bond”. El hombre iba a montarse en el fulano avión cuando los rusos llamaron a su celular y le dijeron “no te vistas que no vas”. No sabemos si se lo dijeron en ruso o a través de un traductor. Esa parte del cuento no está clara. El sector Avengers señaló que fue una valiente acción comando para liberar a Leopoldo. Total, hay versiones para todos los gustos, escoja alguna de ellas. Al final, después de tantas versiones, nadie entiende nada.
Del lado del régimen la cosa no es muy diferente. Los rojitos fueron a Miraflores un poco perdidos. Se preguntaban “¿a Miraflores a defender qué, si Maduro no despacha desde allí?”. Vieron a un Nicolás que no dio la cara sino como 8 horas después y con ojeras incluidas. Los menos hipnotizados, expresaron sus dudas sobre la fortaleza del gobierno ya que Guaidó anda libre, convocando a marchas cada vez que quiere y discurseando en contra del régimen. Para los admiradores de los colectivos, Maduro da señales de debilidad al encabezar marchitas en cuarteles y no en la calle, como debe ser.
El 30A y el 1M quedarán como fechas donde algo pudo haber sido y no fue. Se pudo haber dado fin a la pesadilla que representa el régimen de Maduro, o se pudo haber dado fin a la pesadilla que representa Guaidó para el gobierno de Maduro. Pero no, allí están los dos en sus trece. Después de los acontecimientos de esos días, lo que se respira en el ambiente es que hubo un empate técnico, que no hubo ni vencedores ni vencidos, que hubo tablas pues. Así que, amigo Diosdado, al parecer no solo la oposición fue inepta para lograr lo que se propuso, también la ineptitud del régimen se pierde de vista. Quedó como Rocky en la primera película, mallugado, débil, pero no victorioso. Listo para el retiro.
PD: Mención especial al profesor José María Cadenas, quien, si se retiró victorioso, pero involuntariamente, paz a sus restos.

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